Susana M.
Víctima de la inseguridad
Soy una ama de casa. El miércoles estaba con mi familia conversando, en las afuera del domicilio de la tía de mi esposo, en la Octava y la B. Cuando, alrededor de las 22:00, dos jóvenes vinieron donde nosotros a amedrentarnos.
[[OBJECT]]Ellos comenzaron a insultarnos, a tirarnos piedras y comenzaron a invitarnos a pelear con ellos. Junto con mis parientes, nos dimos cuenta, por su aspecto, que ellos estaban borrachos y parecía que habían ingerido drogas.
Entré a mi casa y llamé a la Policía Nacional, para que enviaran a una patrulla para que nos ayudaran. Pero ellos llegaron, después de 15 minutos, cuando los familiares de los jóvenes los habían llevado a la fuerza hasta su casa.
Cuando pedimos a esas personas que los dejaran salir para que la Policía viera el estado en el que se encontraban, no dejaron, aduciendo que no pasaba nada. Al final, nosotros parecíamos los malos y ellos los buenos.
La Policía nos dijo que no hiciéramos problema; no nos creyeron. Lo que nos olvidamos fue de fotografiarlos cuando estaban buscando problemas.
Hoy nos enteramos que a uno de ellos casi se lo llevan preso al día siguiente, a eso de las 06: 00, porque estaba buscando problema con otros vecinos.
Antes de venir a las instalaciones de la Policía Judicial, este joven vino hacia mi casa, antes del mediodía. Como él estaba borracho, nadie lo tomaba en cuenta. Nosotros le dijimos que se fuera a dormir a su casa, que cuando estuviera bueno y sano viniera.
En un momento, él quebró una botella llena de cerveza en la acera y sacó un cuchillo. En ese instante me asusté, porque amenazó al primo de mi esposo con que lo iba a matar. Volví a llamar a la Policía y pasó lo mismo. La familia lo resguardó en su casa. Él es alto y se llama Jorge S.
Los policías nos dijeron que teníamos que poner una denuncia en la Fiscalía de la Policía Judicial. Pero aquí nos dicen que hay que hacerlo en la comisaría policial que está ubicada en Padre Solano. Lo que me dijeron es que aquí no se recepta ese tipo de denuncia.
Pero no es la primera vez que él hace esto. Hace un año y medio este joven, que tiene unos 28 años, estuvo en un centro de rehabilitación. El chico tiene problemas, hasta se ha separado de su esposa. Él trabaja en un local donde arma muebles.
El otro chico tiene 24 años y se llama Christian H. En el barrio, ellos no se llevan bien con la gente, porque a todos andan amenazando, insultando y queriendo pegar. No respetan a nadie, ya hasta les tenemos miedo.