Prohibicionismo versus despenalización y legalización gradual de las drogas. Son las dos posturas diametralmente contrapuestas que países y gobernantes enarbolan para afrontar el creciente problema del tráfico de alcaloides.
Las visiones antagónicas alrededor del combate contra el narcotráfico, así como las posibles nuevas estrategias para afrontar este fenómeno global, marcarán la agenda de la VI Cumbre de las Américas. Esta se realizará en Cartagena de Indias, Colombia, entre el 14 y el 15 de abril.
El análisis del tema en el encuentro de jefes de Estado y de Gobierno en la ciudad caribeña no es casual. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anfitrión de la cita cartagenera, fue de los primeros mandatarios en ejercicio que puso sobre el tapete su propuesta de dar paso al debate de la legalización de las drogas.
Es más, añadió nuevos elementos a su iniciativa. En el espacio televisivo ‘El Gran Reportaje’ explicó que “podría ser más efectivo imponer gravámenes a la compra y el tráfico de alucinógenos y destinar esos recursos a prevenir el consumo”. La posición de Santos está en la orilla contraria a la del prohibicionismo, que defienden gobiernos como el del presidente estadounidense Barack Obama, cuyo país es el mayor mercado mundial de consumo.
El Jefe de la Casa Blanca, que será el invitado estrella de la Cumbre en el puerto del Caribe colombiano, ya ha hecho conocer que desestima la iniciativa de su colega colombiano. Justamente, a finales de enero pasado y en el marco de una visita oficial a Bogotá, la secretaria de Estado para Asuntos Políticos, Wendy Sherman, dijo que Obama “no respalda la legalización como vía para superar el problema de drogas”.
Hugo Acero, analista colombiano en temas de seguridad, consideró que el debate alrededor de la mejor opción para afrontar el narcotráfico implica el tácito reconocimiento del fracaso de la ‘guerra contra las drogas’, el término acuñado en 1971 por el entonces presidente de EE.UU., Richard Nixon. Y recordó que el negocio del narcotráfico sigue en aumento. Cada año mueve en el mundo unos USD 400 000 millones y que en el planeta hay al menos unos 200 millones de consumidores, según las estadísticas del 2010 de Naciones Unidas.
Acero también sostuvo que el prohibicionismo se fundamenta en la “criminalización de los consumidores, cuando este es en realidad un problema de salud pública”. Y consideró“más que pertinente abrir la discusión sobre la despenalización y la legalización de las drogas” que fuera ya planteada en años anteriores por los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ernesto Zedillo (México) y César Gaviria (Colombia), “que en buena hora fue incluida en la agenda de la VI Cumbre de las Américas”.
Precisamente, en declaraciones a RCN La Radio, Gaviria reiteró la defensa de su tesis. Y aseguró que “las políticas de EE.UU. en la lucha contra las drogas ha fracasado”. El ex gobernante cuestionó, adicionalmente, que los políticos estadounidenses decidieran que ese es un tema indebatible, “mientras en otros países como Colombia ponemos los muertos”.
Y se preguntó: ¿No será la hora de regular esto en vez de la prohibición… Sacar a los consumidores de las garras del crimen?
En la misma orilla de la propuesta de Santos y de los ex presidentes Cardoso, Zedillo y Gaviria, gobernantes centroamericanos, han adelantado que llevarán a la VI Cumbre de las Américas “una iniciativa de avanzada” en torno al combate contra las drogas.
En ese sentido se pronunciaron los mandatarios de Guatemala, Otto Pérez; de Panamá, Ricardo Martinelli; de Costa Rica, Laura Chinchilla; y de Honduras, Porfirio Lobo. La decisión en ese sentido se adoptó en la reunión del Sistema de Integración Centroamericana que se efectuó en Antigua Guatemala.
Pérez incluso aseguró: “esperamos que se quiten esos tabúes y esos mitos en torno a la lucha contra las drogas, como temas que los líderes de la región no pueden hablar abiertamente”.
Justamente, el Jefe de Estado guatemalteco se ha mostrado como partidario de la despenalización de las drogas como una salida para frenar la violencia que generan los clanes criminales y de narcos en Centroamérica y México. “Si se despenalizan las drogas desaparecen los carteles”, declaró al periódico La Prensa.
La reacción en Ecuador
Al referirse al debate sobre la legalización de las drogas, el fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, dijo a este Diario que la estrategia de la represión al narcotráfico no ha dado resultados y que los países deben hacer una reflexión conjunta, concertar nuevas estrategias y nuevas políticas que “busquen precisamente alcanzar el objetivo y que los narcóticos no enriquezcan ilegítimamente a las mafias”.
El presidente de EE.UU., Barack Obama dijo que el tráfico de drogas supone una grave amenaza, especialmente, para América Central. “Si empezamos a dejar un espacio cada vez más grande (a los carteles), eso golpeará nuestra capacidad para hacer negocios en esos países”.
Punto de vista
Daniel Pontón. Ex director OMSC
‘Retórica bonita’
Llama la atención que últimamente ex presidentes y autoridades toman esto (legalización de las drogas) como un debate importante dentro del ámbito internacional. Creo que allí hay mucho búsqueda de protagonismo político. El debate es sugerente, pero no le veo ningún sentido, porque lo que se habla es despenalizar el consumo d e la marihuana, pero no se habla de la oferta que es el problema. Si despenalizamos el consumo no quiere decir que estos índices vayan a bajar. Legalizar la droga es una retórica bonita, pero en la práctica no se va a dar.