El policía en servicio activo Luis Andrés L., de 27 años, y los presuntos sicarios Ufredo B. (34 años), y José Luis L. (31 años), recibieron prisión preventiva por el crimen de la bebé de siete meses de nacida y el intento de asesinato de la madre Katherine C.
El asesinato se registró el miércoles 20 de abril de 2022 en Ibarra, provincia de Imbabura.
En la audiencia de calificación de flagrancia y formulación de cargos realizada este jueves 21 de abril en Ibarra, la fiscal Alejandra Aguilar presentó más de 10 elementos de convicción contra los procesados y de manera fundamentada solicitó que se les dicte orden de prisión preventiva. El pedido fue aceptado por el juez Francisco Chacón, informó la Fiscalía en un comunicado.
El juez también dispuso medidas de protección a favor de la madre de la niña. Además, prohibió que los procesados se acerquen a ella o los testigos y efectúen actos de persecución o intimidación contra ella. El magistrado emitió una boleta de auxilio a favor de la víctima y su tratamiento psicológico.
El informe de autopsia, el acta del levantamiento del cadáver, el informe de reconocimiento del lugar de los hechos y evidencias, y el examen médico-legal a la madre de la víctima, que recibió golpes en la cabeza, fueron los principales elementos de convicción presentados en la audiencia, señaló la Fiscalía.
En la audiencia se conoció que el policía entregó su arma de dotación a los sicarios para que asesinen a la bebé y a su madre.
Según la versión de la madre de la niña, Luis Andrés L. la llamó por teléfono y le pidió que saliera de su domicilio para hablar. Ella salió y en ese momento llegaron Ufredo B. y José Luis L. en una moto y dispararon. La mujer cayó al suelo con la niña herida y allí fue golpeada por uno de ellos. La instrucción fiscal durará 30 días.
Intento de linchamiento
Luego de la audiencia de flagrancia y formulación de cargos, efectuada en la Unidad Judicial Penal de Imbabura, los tres detenidos escaparon de ser linchados por grupos de personas que se encontraban en los exteriores del edificio judicial.
Al grito de ‘asesinos’ varias personas agredieron con puños y patadas a los tres hombres, mientras los policías intentaban impedir la golpiza.
La intervención de la fuerza pública evitó que se cometiera una desgracia mayor.
Los presuntos asesinos fueron trasladados a una de las cárceles de Ibarra bajó estricto resguardo policial, debido a las amenazas de los manifestantes.