El presidente Lenín Moreno y sus ministros recibieron en el Palacio de Carondelet a los prefectos de Carchi, Sucumbíos, Imbabura y Esmeraldas. Foto: Cortesía Secom
La seguridad durante el feriado por el Día del Trabajo, que se inicia este sábado 28 de abril del 2018 y culmina el próximo lunes, es una de las principales preocupaciones que tienen las autoridades provinciales de Imbabura, Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos.
Parte de los territorios de tres de estas cuatro provincias colindan con el sur de Colombia. En el caso de Imbabura, en cambio, sus vías se conectan con Esmeraldas y Carchi. Y temen que por los hechos recientes de violencia en la frontera, el turismo decaiga y se afecte a la economía local.
Los prefectos de estas localidades, que conforman la Mancomunidad del Norte, estuvieron este miércoles 25 de abril del 2018 en Quito y se reunieron con el presidente Lenín Moreno, en Carondelet.
En la cita también participaron los ministros Eva García de Industrias, Augusto Barrera de Educación Superior, Etson Romo secretario de Planificación, Aurelio Hidalgo viceministro de Obras Públicas y Juan Sebastián Roldán secretario de la Presidencia.
Las cuatro autoridades locales presentaron al Gobierno sus iniciativas y pedidos para garantizar la seguridad y el desarrollo en sus provincias.
Una de las solicitudes es que se refuerce la seguridad en las carreteras, principalmente durante el feriado. Piden que haya mayor presencia militar, además de los efectivos que se ubican en los retenes y controles para pedir documentos y requisar vehículos.
Pablo Jurado, prefecto de Imbabura, explicó que esos controles son para vigilar a los ciudadanos y turistas, pero los delincuentes podrían operar en zonas sin efectivos.
“Ya nos dieron el mensaje de que no solamente el problema está en Mataje. Nos dijeron que también pueden hacer daño en Quinindé. Y mañana no nos sorprendamos que también hagan daño en Imbabura. Que vuelen el puente de Guayllabamba o de Lita. Eso nos generaría fuertes problemas y nos incomunicaría totalmente a la zona norte”, dijo.
Además, los prefectos pidieron una reunión con Todd Chapman, embajador de Estados Unidos en Ecuador.
Les preocupa la alerta emitida por la Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado de Estados Unidos, que solicitó a sus ciudadanos no viajar a Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos.
Otra exigencia es la aprobación de la Ley de Desarrollo Fronterizo, en la Asamblea.
Según el registro legislativo, dos proyectos de este tipo se presentaron en el 2010. Ambos fueron vetados totalmente por el expresidente Rafael Correa y, posteriormente, archivados. En junio del 2017, Byron Suquilanda (Creo) presentó otro proyecto, pero este no fue calificado por el Consejo de Administración (CAL).
A través de esta normativa, los prefectos de la Mancomunidad esperan que se prioricen los recursos económicos para esta zona, con el objetivo de desarrollar iniciativas de seguridad y desarrollo social y económico. En el caso de Esmeraldas, por ejemplo, se reclama una extensión universitaria en el cantón San Lorenzo.
Guillermo Herrera, prefecto del Carchi, indicó que solicitaron a Moreno la creación de un fondo de desarrollo y paz para la frontera norte. El Mandatario, según los prefectos, se comprometió a revisar ese pedido con los ministros de Economía y de Planificación.
Sin embargo, hasta que esto se concrete, las autoridades provinciales solicitaron que como primer paso el Gobierno Nacional debe ponerse al día y pagar las deudas que mantiene con las prefecturas.
Hay dineros pendientes por los sistemas de riego, correspondientes al 2016 y 2017. Y también por la devolución del impuesto al valor agregado (IVA). En total, la deuda con ocho gobiernos provinciales sumaría USD 80 millones.
Hoy, 26 de abril del 2018, estas autoridades encabezarán marchas en sus provincias. Lo harán por la paz y por el cumplimiento de sus pedidos. Será a las 15:00 en las capitales de cada localidad.
Este miércoles, la Coalición Fronteras Vivas -conformada por cuatro organizaciones regionales de derechos humanos- emitió un documento que señala las necesidades de las poblaciones fronterizas ecuatorianas.
Esta instancia recomendó evitar una salida militar a la crisis, a través de medidas que implementen acciones políticas, económicas y sociales, que brinden “opciones reales de vida digna a la población”.
Convenios de Seguridad
El ministro del Interior, César Navas, y el embajador de EE.UU., Todd Chapman, definieron las áreas en las que esa nación apoyará a Ecuador en la lucha contra el crimen organizado transnacional.
Los dos funcionaron suscribieron este miércoles un memorando de entendimiento, que permite a la Administración para el Control de Drogas (DEA) y al Departamento de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. trabajar en el país.
Su ámbito de acción será el intercambio de datos, la creación de estrategias de control e implementación de nuevas herramientas para atacar las mafias del narcotráfico y de delitos asociados como el lavado.
En la misma reunión, Navas y Chapman firmaron también un acuerdo de cooperación entre el Departamento de Seguridad Nacional, Departamento de Inmigración y Control de Aduanas y Ecuador.
Este convenio tiene como objetivo concretar el funcionamiento de la Unidad de Investigaciones Criminales Transnacionales. Desde este ente, que estará a cargo de la Policía, se intercambiará información acerca de investigaciones y operaciones conjuntas sobre delitos como tráfico de personas, de minerales, de combustible, armas, contrabando, delitos cibernéticos, etc.
“La situación en la frontera es una amenaza transnacional que requiere de una respuesta coordinada de varios países”, declaró el diplomático. Y señaló que los acuerdos alcanzados evidencian la disposición de su Gobierno para colaborar en la lucha “contra un enemigo que tenemos en común: organizaciones criminales transnacionales”.
Navas, en cambio, señaló que en la lucha contra el narcotráfico “todos (los países) debemos estar unidos”.
Según el Ministro, para contar con estas herramientas también se plantearon posibles acuerdos con Alemania, España, Francia, China, Reino Unidos y Holanda. “Estamos enfrentando una problemática que no se tenía en la frontera norte, que no nace en nuestro país, pero sí siente impacto”.
En la cita no se ahondó sobre el tiempo que durará la cooperación ni su presupuesto.