¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Washington Moreno, doctor en Jurisprudencia, graduado en la Universidad Central y con 12 años de experiencia, es presidente de la Federación de Observatorios de Justicia en el país.
Su punto de vista. Dice que la justicia debe siempre mantener la independencia. Pero advierte que “lo peligroso es que las personas que están en las distintas funciones del Estado se dejen manejar por el Ejecutivo”.
En los últimos días, la Corte Nacional de Justicia (CNJ) ha emitido fallos como el último de pedir a la Interpol que detengan al ex presidente Jamil Mahuad. Otro dictamen, en cambio, permitió el regreso del ex vicepresidente Alberto Dahik y abrió las puertas para que el ex presidente Abdalá Bucaram haga lo mismo, ¿cómo entender esas resoluciones cuando los jueces están a punto de dejar la Corte?
La justicia lastimosamente no ha sido bien llevada desde hace años atrás y consecuencia de eso es que se han prolongando por tanto tiempo las resoluciones de estas causas. Los operadores de justicia han tenido miedo para resolver conforme a derecho.
¿Ahora no tienen miedo?
Más bien diría que quizá hay un poco de presión para los jueces.
¿Presión de quién?
El hecho de que se haya emprendido un proceso de reestructuración de la justicia denota en toda la función judicial que los funcionarios tratan de suplir los vacíos que han dejado en el transcurso del tiempo. Caso como el de Mahuad debió haberse juzgado hace mucho tiempo atrás. No es posible de que se haya llegado hasta este tiempo. Dentro de la parte jurídica este tema ha sido politizado desde el principio.
¿Ahora puede estar ocurriendo lo mismo?
Hoy, posiblemente, también haya intereses políticos detrás de estas decisiones. No nos olvidemos que estamos a puertas de un proceso electoral.
En el caso Dahik, en el informe del 10 de agosto del año pasado, el presidente Rafael Correa dijo que se trataba de un hombre honesto, ¿puede haber influenciado ese pronunciamiento en las decisiones del juez?
Creo que sí. Siempre va a influenciar el criterio del Primer Mandatario. El Presidente (Correa) puede pronunciarse de distintos temas de la realidad nacional, pero sí debe tener un poquito más de precaución en el sentido de abordar esas temáticas, porque puede interpretarse de diferentes maneras.
¿Casos como el de Dahik pesan en el momento de emitir un fallo técnico-jurídico?
Hay jueces que no tienen la suficiente capacitación ni formación ética ni moral y esto pesa cuando tienen que resolver ese tipo de problemas jurídicos. El juez debería tener la suficiente capacidad y formación para enfrentar y resolver cualquier problema que se les presente. Pero muchos, antes que aplicar la ley, están pensando en su bienestar, comodidad y estabilidad laboral. Entonces, claro que existen influencias.
Ahora que se concretó el caso del ex Vicepresidente de la República, ¿cómo hacer que se emita un fallo netamente jurídico?
El juez tiene que actuar apegado a los principios constitucionales. El Código Orgánico y la Constitución establecen sanciones drásticas que permiten hasta la destitución del funcionario judicial.
¿Existen riesgos de que no haya un fallo técnico?
Siempre hay ese riesgo.
El presidente Correa dijo que meterá mano en la injusticia. ¿Se está configurando una posible intromisión del Ejecutivo en la Justicia?
Yo entendería esto desde dos formas diferentes. Una se refiere a las razones por las que la Función Judicial llegó a un estado calamitoso y eso ocurrió justamente por falta de fondos económicos provenientes del Ejecutivo. Y, por otro lado, por la propia inacción del Consejo de la Judicatura y la Corte Suprema en su momento.
¿Pero ese tema económico del que usted habla puede atar a la justicia a la Función Ejecutiva?
Que dependa directamente, no. La independencia de las funciones es un principio que no debe perderse jamás. Eso tiene que mantenerse. Lo peligroso es que las personas que están en las distintas funciones del Estado se dejen manejar por el Ejecutivo y por los intereses económico.
Cuando en la Constitución del 2008 se estableció que los jueces podrán ordenar medidas cautelares distintas a la prisión preventiva, ¿fue un acierto o un error?
Lo que tenía que especificar el legislador es el tipo de delitos en que se aplicaría este beneficio. Pero (cuando se analizó este tema) no creo que los constituyentes hayan pensado en tres o cuatro personas. No creo, de ninguna manera, que se haya hecho con dedicatoria para (Alberto) Dahik, (Jamil) Mahuad u otros.