Según datos oficiales, hasta finales del 2015, el Isspol tenía 21 225 pensionistas. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
El seguro social policial (Isspol) no es sostenible en el tiempo. Las diferentes escalas salariales lo vuelven ineficiente. La base de jóvenes que sostiene a los jubilados es reducida.
Esas advertencias aparecen en una investigación publicada hace siete meses por la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
El estudio analiza la situación de los seguros de retiro, invalidez y muerte del Isspol, en el período 2003-2014. Actualmente, estas prestaciones son consideradas las más importantes por los altos montos que desembolsa cada año.
Un ejemplo de eso: en el 2015, esa institución pagó, solo por pensiones, USD 253,6 millones a sus 21 226 agentes retirados.
Precisamente, el futuro económico del Isspol es el argumento que utilizó el Ejecutivo para proponer un paquete de reformas a esa entidad y al Issfa (seguro social militar).
“La sostenibilidad y eficiencia de los sistemas de seguridad social y sus prestaciones requieren que su administración contemple normas adecuadas”, se dice en el documento que remitió Rafael Correa a la Asamblea, el 18 de julio.
Por eso, en el texto se propone “urgentes modificaciones”.
Ahora, la propuesta está en la Comisión de Derechos del Trabajador. El 25 de julio, Fausto Cayambe (País), miembro de esa mesa legislativa, dijo a este Diario que sesionarán el 27 de juliopara analizar el documento.
En el 2015, el coronel Enrique Espinosa de los Monteros, entonces director del Isspol, intervino en la Comisión de Derechos del Trabajador y explicó la situación del instituto. Dijo que 2,4 agentes activos pagan la jubilación de un pasivo. Y alertó que el estándar internacional es de cinco policías por cada retirado.
Naciones Unidas sostiene que para evitar el colapso de la seguridad social hay tres opciones: duplicar la tasa de aporte en períodos donde aumenten los pensionistas, reducir la cantidad de jubilaciones o prestaciones o fijar impuestos para robustecer al seguro.
No obstante, si eso no es viable, la ONU propone incrementar la edad límite de retiro.
Esa es una de las opciones que tomó el Ejecutivo. En el proyecto se pide subir de 20 a 25 años el tiempo mínimo.
Hoy, los agentes se retiran a los 40 años, en promedio. Es decir, todavía están en edad productiva.
Con la situación actual, “el seguro policial no es sostenible debido a la alta esperanza de vida de los pensionistas (…) en comparación con la base reducida de jóvenes que sostiene a los jubilados”, se precisa en el documento académico.
Hasta el 2014, el 50% de policías activos tenía entre 31 y 50 años, seguido por los agentes jóvenes, de entre 21 y 30 años.
Diferencias salariales
Con su propuesta, el Ejecutivo también intenta “superar y eliminar condiciones que permitan perpetuar inequidades y discriminaciones”.
De allí que propone limitar el incremento de las pensiones a aquellos agentes que ganan por encima del monto máximo que recibe un jubilado civil.
Actualmente, la pensión más alta del trabajador general está en USD 2 013. El proyecto señala que los uniformados retirados que ganen menos de ese valor recibirán un aumento anual, según la inflación.
Pero los altos oficiales (r), que por lo general ganan sobre ese monto, no tendrán incrementos en sus pensiones.
Por eso, el Ejecutivo pide a la Asamblea que elimine el artículo 122 de la Ley del Isspol.
En esa legislación se señala que “cada vez que se aumenten los sueldos del personal activo, el Consejo Superior del Isspol, mediante resolución, procederá a revalorizar las pensiones, en la misma proporción en la que subieron las remuneraciones de los activos”.
En la actualidad, la brecha en los valores que reciben los oficiales y la tropa es uno de los problemas que vuelve ineficiente al Isspol, dice el estudio de la PUCE.“Hay pensiones excesivas para el caso de un oficial con el mismo tiempo de servicio que uno de tropa”, sostienen en la investigación.
Y ponen un ejemplo: un coronel con 35 años de servicio recibe USD 3 045 de pensión y un suboficial primero, con el mismo tiempo, gana USD 1 445. Esto “no garantiza la cobertura a los futuros retirados”.
Para el 2015, estaba previsto que el Gobierno entregue USD 153,9 millones al Isspol, por concepto del 60% de aporte estatal. Todo ese rubro se destina solo a las pensiones.