Dos policías asesinados en cuatro días

La atención. El policía Byron M., herido en el ataque a otro agente se halla estable.

La atención. El policía Byron M., herido en el ataque a otro agente se halla estable.

Un raspón en la pared que da a un pequeño parque, al final del callejón de las calles K y Oriente, en el Suburbio de Guayaquil, es la única evidencia del crimen del policía Cristian Cúñez Peñafiel.

El agente, de 29 años, pertenecía a la Unidad de Lucha Contra el Crimen Organizado (ULCO). Él indagaba en el sector la muerte de otro policía, Christian Granizo Hinojosa, asesinado cerca de allí, la mañana del lunes pasado.

Los moradores del sector se negaban ayer a referirse al crimen, por temor a represalias.

Cúñez y un compañero, el sargento de Policía Byron M., vestían de civil y circulaban en un vehículo sin placas por el sector. Aproximadamente a las 18:00 del miércoles pasado, fueron interceptados por dos personas en una motocicleta. El victimario de Cúñez le asestó un tiro en la cabeza, según el parte policial. Byron, quien viajaba como copiloto, resultó solo con heridas leves, debido a que el vehículo se impactó contra el muro del parque.

Byron se recuperaba la mañana de ayer en el Hospital de la Policía, en Guayaquil. En sus dos manos mostraban las heridas causadas por el impacto contra el parabrisas del automóvil, tras el violento atentado.

Recostado y con una sonda en la muñeca de la mano izquierda, el uniformado relató cómo se produjo el hecho. “Fuimos al lugar a hacer el reconocimiento del domicilio de Jorge M., alias ‘Chabelo’. De pronto fuimos interceptados por una motocicleta donde iban dos personas. Uno de lo sujetos llevaba una gorra blanca; el otro, una camiseta blanca”.

Jorge M. es el principal sospechoso de la muerte del policía Christian Granizo. El uniformado fue baleado cuando salía de la vivienda de su madre, ubicada en las calles 16 y Oriente. En los registros de la Policía registra seis detenciones previas, por robo de vehículos. Ayer, el gobernador del Guayas, Roberto Cuero, reclamó “por la facilidad en la que salen en libertad estos individuos”. “Todos los esfuerzos que hacemos los vemos a veces truncados porque estos criminales salen libres”.

Cuero pidió más apoyo a la ciudadanía para que identifique y denuncie a los victimarios de los policías. Miguel Chiriboga, comandante de la Policía del Guayas solicitó algo similar. “La población debe colaborar. Lamentablemente, allí (donde se produjo el último crimen) había informantes de los delincuentes”.

Chiriboga mencionó que se investiga a varias personas en torno a la muerte de los dos policías. Tenemos mucha información que la procesamos. Estos individuos están alertas porque saben que estamos tras su captura”.

El miércoles, durante el allanamiento de la vivienda de uno de los sospechosos, en el sector Jacobito Bucaram, en la isla Trinitaria, la Policía encontró el arma robada al policía Granizo.

El cuerpo de Cúñez fue velado la mañana de ayer en la capilla del Comando de Policía del Guayas. A las 08:30 fue trasladado por su familia a Babahoyo, de donde era oriundo, y será enterrado hoy.

En menos de una semana, suman cuatro los policías víctimas de la delincuencia en el mismo sector de la urbe, dos fallecidos.

La tarde del domingo pasado fue disparado el policía Joffre Plaza, en el exterior de su domicilio, en las calles 16 y 4 de Noviembre.

Plaza seguía hasta ayer internado, debido a que una bala afectó uno de sus riñones. Según el departamento de Bienestar Social de la Policía del Guayas, son tres los policías asesinado este año.

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