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5 747 policías están afectados por déficit de armas de fuego

El 23 de enero, en Guano, en Chimborazo, policías efectuaron prácticas de tiro. Foto: cortesía Policía Nacional

El 23 de enero, en Guano, en Chimborazo, policías efectuaron prácticas de tiro. Foto: cortesía Policía Nacional

El 23 de enero, en Guano, en Chimborazo, policías efectuaron prácticas de tiro. Foto: cortesía Policía Nacional

Servir y proteger. Es el lema que al unísono gritaron 1 697 nuevos policías. Era el 26 de abril del 2018, el día de su graduación. A esa promoción se la denomina la Cuarta Cohorte.

Este grupo fue mencionado en la Comisión legislativa de Relaciones Internacionales, pues los jefes policiales explicaron cómo la entidad actuó en el caso de Diana Carolina y allí dijeron que hay un déficit de 5 747 armas. Justamente esa promoción opera sin armas.

“¿Quiénes no tienen armamento? Me atrevería a decir que son los últimos policías graduados a los que no se les ha asignado. Son policías de la Cuarta Cohorte y Quinta Cohorte y aquí también se suma personal técnico administrativo. Ellos no lo tienen”, dijo el general Byron Vallejo, director de Logística de la Policía.

Dentro de la institución, la falta de armas se comenta entre oficiales y la tropa. “Les mandan a patrullar solo con los PR24 (toletes)”, cuenta un oficial. “Hay dos promociones de policías que no tienen armas”, dice un coronel y asegura que ellos únicamente realizan actividades de despacho.

Pero también hay uniformados con años en la Policía que carecen de pistolas o revólveres.

“A mí me retiraron mi (pistola) SIG-Sauer en el 2018. Nos mandaron una circular para que devolvamos el equipo, porque se lo iban a asignar a otros muchachos”, comenta una agente que hace las funciones de secretaria en una dependencia policial, en Quito.

Los jefes policías de Ibarra han sido más cuestionados por los legisladores y preguntaron ¿por qué no dispararon al victimario de Diana Carolina?

El director de Logística reconoció que en esa ciudad también faltan armas, aunque existe 1 015 policías que sí tienen el equipo. En el Distrito Ciudad Blanca (Ibarra, Pimampiro y Urcuquí) hay 37 policías sin pistolas; en el Distrito Valle del Amanecer (Otavalo y Antonio Ante), 14 están sin equipo y en el Distrito Tierra del Sol (Cotacachi) son siete 7.

Pero las deficiencias en el equipamiento policial no son solo de pistolas, sino también de municiones. Actualmente existen dos millones, pero los cartuchos caducarán el próximo octubre, cuando cumplan 10 años de vida útil.

La última compra de municiones para dotación se realizó en el 2009. Desde entonces, un millón de balas ha permanecido en las bodegas porque así lo exige la Contraloría y el otro millón están asignado a los agentes de todo el país.

Un sargento recuerda que en el 2009 le entregaron 50 municiones 9 milímetros. “Desde esa vez no nos han vuelto a dar ningún cartucho. Al contrario, cuando pasó lo de la frontera norte nos retiraron 25 municiones, porque decían que iban a repartirlas entre los recién graduados”. Un oficial que pertenece a una unidad élite dice que a él también le retiraron 25 municiones. “Les entregaron a los compañeros que estaban en Esmeraldas”.

El Director de Logística dice que además de las municiones de dotación, la Policía necesita anualmente 560 000 cartuchos para repartir en las escuelas de formación y para realizar las prácticas de tiro entre los aspirantes.

¿Cómo se entrenan los policías más antiguos? Jimmy Acosta, jefe subrogante de Imbabura, reconoció que no dispara desde hace seis años.

En Quito, un mayor cuenta que compra sus propias municiones para practicar. “Nos indican que no hay presupuesto, que podemos ir a los polígonos virtuales de tiro donde se dispara en seco, o sea sin balas, pero no es lo mismo. Por eso yo compro las mías”.

El presupuesto de la Policía para temas de capacitación, ya sea en el uso progresivo de la fuerza, derechos humanos o violencia intrafamiliar, es de USD 280 000 al año. Significa que la institución invierte USD 5,70 por cada uno de los 49 000 agentes que existen.

Un cabo cuenta que hace pocos meses sus compañeros de Sucumbíos y él recibieron un memorando para que se acercaran con su arma y las municiones de dotación para que dispararan en los polígonos de tiro que hay en el país.

“Nos dijeron que nos iban a certificar”. Pero en 10 años creo que he disparado tres veces”. Por ese temor a fallar, el uniformado aún no rinde la prueba. Sin embargo, en la Asamblea se aclaró que este proceso de certificación es únicamente para las municiones y tiene relación con la caducidad de las balas.

Los oficiales explicaron que el personal debe gastar la munición de dotación en prácticas, antes de que termine su vida útil. Pero también aseguran que la Dirección de Logística trabaja en las adquisiciones que se harán en este año.

En la ceremonia de graduación de los 1 697 policías de la Cuarta Cohorte se dijo que ellos reforzarán la seguridad ciudadana en todo el país. Desde las escuelas de formación de Cotopaxi, Loja, El Oro, Imbabura, Carchi, y Manabí llegaron a Quito para jurar proteger a la gente y “si es necesario ofrendar la vida”.

En contexto

El femicidio de Diana Carolina frente a policías en Ibarra, el 19 de enero, develó vacíos en equipos y en la capacitación de los uniformados. El Ministerio del Interior anunció la compra de armas; la construcción de 100 UPC y seis de UVC, y el reentrenamiento.