Policía transfiere a Quito a 2 agentes por problemas auditivos tras atentado

La madrugada del sabado 27 de enero de 2018 un coche bomba estalló en San Lorenzo, Esmeraldas. Foto: Paul Rivas Bravo / EL COMERCIO

La madrugada del sabado 27 de enero de 2018 un coche bomba estalló en San Lorenzo, Esmeraldas. Foto: Paul Rivas Bravo / EL COMERCIO

La madrugada del sabado 27 de enero del 2018 un coche bomba estalló en San Lorenzo, Esmeraldas. Foto: Paul Rivas Bravo / EL COMERCIO

La Policía de Ecuador informó el domingo 28 de enero del 2018 que trasladó a Quito a dos agentes con afectación auditiva tras la explosión, ocurrida la madrugada del sábado en la provincia de Esmeraldas, de un coche bomba, hecho que el Gobierno considera un acto terrorista vinculado al narcotráfico.

"La Dirección Nacional de Salud abrió fichas psicológicas para evaluación de estrés postraumático de todos los servidores policiales afectados por la explosión, en San Lorenzo. Y transfirió al Hospital de Quito, a dos agentes con afectación auditiva", indicó en su cuenta de Twitter.

La explosión del coche bomba no dejó víctimas mortales pero sí causó heridas leves a 28 personas, entre civiles y policías. Además, dañó el 95% de un edificio policial y afectó a 37 viviendas contiguas.

Según la Secretaría Nacional de Riesgos, un total de 100 personas, que pertenecen a alrededor de 26 familias, permanecen en un albergue adecuado por el Gobierno ecuatoriano para los afectados por la explosión, mientras medio centenar más están alojadas en casa de acogida.

Todos los afectados reciben atención del Gobierno, según la titular de la Secretaría, Alexandra Ocles.

José Hermiña García, morador del lugar, comentó en el albergue que no recordaba nada de lo sucedido y que se despertó en un hospital pues sus hijos lo habían sacado de su casa, donde estaba junto a cinco personas al momento de la explosión.

"Mi casa está despedazada. Todas las casitas que estaban ahí están despedazadas", comentó, mientras Digna Guillén, otra de las afectadas, dijo que las "casas quedaron hecho pedazos, no se pudo sacar nada".

"Me alegra que Dios todavía no nos llevó, estamos con vida", dijo Guillén que recalcó que su casa quedó "desbaratada, todo hecho polvo".

Irma García, otra ciudadana afectada en la provincia de Esmeraldas, en el suroeste de Ecuador y que también está en el albergue en la iglesia de San Lorenzo, contó que despertó "con el techo encima" y que su hermano, que pudo salir primero, la socorrió.

"Todas las personas quedamos sin dónde irnos, sin nada", añadió al apuntar que "nadie esperaba que explote esa bomba".

El presidente de Ecuado, Lenín Moreno, decretó ayer el estado de excepción en los cantones de San Lorenzo y Eloy Alfaro, con lo que se suspendieron, por 60 días, los derechos a la inviolabilidad de domicilio y de correspondencia, así como la libertad de tránsito y de asociación y reunión.​

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