Un movimiento inusual de policías en Zamora volvió a poner en alerta, ayer, a los pequeños mineros de Zamora Chinchipe.
“Están llegando 500 policías del Azuay, otros 500 del Guayas. En Loja están otros 1 000. Con ellos, el Gobierno quiere quitarnos el puesto de trabajo para entregar a las transnacionales”, sostuvo alarmado el dirigente minero José Guaillas.
Se prevé que ese número de gendarmes desaloje hoy a los mineros, a quienes se los acu-sa supuestamente de alterar el medioambiente de forma caótica y desordenada. Según Guaillas, “nunca antes se ha visto llegar a Zamora carros antimotines y tanto uniformado armado como esta vez”.
Ante ese panorama, los dirigentes mineros se declararon en asamblea permanente en busca de estrategias para impedir el desalojo. Ayer por la mañana se reunieron en la Prefectura de Zamora Chinchipe. A las 15:00 se volvieron a reunir en Yantzaza.
Hasta el cierre de esta edición, las autoridades del Gobierno en esa provincia no dieron información sobre el plan de desalojo. La gobernadora, Jenny Rodríguez, declaró a los medios locales que desconocía sobre el tema.
El director regional de Medio Ambiente para Loja y Zamora Chinchipe, Carlos Espinosa, informó que esta Cartera de Estado no lidera ningún desalojo en esta ocasión, como lo hizo el pasado 6 de agosto con los mineros de San Luis. Para desalojar a esos 150 mineros se usó un helicóptero y personal del GIR, GOE y GEMA.