El policía Ponce, en cuidados intensivos

En la Clínica Guayaquil. Karem Bustamante visitó a su pareja, el policía Édgar Ponce. El ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh (izq.), pidió ayer al fiscal del Guayas, Antonio Gagliardo, investigar la agresión.

La sala de espera de la Clínica Guayaquil se ha vuelto el segundo hogar de Karem Bustamante Alarcón. Allí, la mujer permanece de 08:00 a 22:00, pendiente del estado de salud de su conviviente Édgar Ponce Loor, el policía que el miércoles pasado sufrió quemaduras en el 40% de su cuerpo, por una bomba molotov.
Ese día, el agente acudió a controlar una manifestación de estudiantes en los alrededores de la Universidad Estatal, en su moto nro. 063, del Escuadrón Motorizado. Esta unidad se encarga del patrullaje antidelictivo y preventivo en la ciudad.
Cuando llegó a ese centro de estudios, a pocos centímetros, explotó la molotov. Las llamas lo envolvieron. La detonación le ocasionó quemaduras de tercer grado en sus brazos y piernas.
Fue trasladado, primero, al Hospital de la Policía y, luego, a la Clínica Guayaquil. Desde entonces, Bustamante no se aparta del uniformado que permanece en cuidados intensivos, para evitar infecciones en sus heridas. Tiene vendajes en sus brazos y piernas. Y permanece inmovilizado bajo observación médica.
“Solo me retiro cuando me voy a descansar, pero al siguiente día regreso muy temprano. Los médicos me dicen que está estable, pero no fuera de peligro porque las heridas no están sanando rápido...”, dijo la mujer. Ella tiene dos meses de gestación y la acompaña permanentemente su madre, Fanny Alarcón.
Bustamante cuenta que extraña tener a su compañero sentimental en su casa, de la ciudadela Martha de Roldós, al noroeste de Guayaquil. Cree que las heridas le quitaron a su pareja la posibilidad, momentáneamente, de estudiar idiomas. “Iba a comenzar las clases el próximo mes, ya estaba inscrito en un instituto... Me dice (Édgar) que se quiere recuperar lo más pronto...”.
La mujer cuestiona el manejo judicial que ha tenido el caso, más que nada por la liberación de ocho de los nueves detenidos. “Los acusé a todos en mi demanda particular que presenté el jueves con apoyo de la Policía... Quiero que se haga justicia...”.
Karem Bustamante se sintió ayer más tranquila con la visita que hizo al herido el ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh. Dice que hay interés de la institución y del Gobierno por la recuperación de su conviviente y por que se sancione a los responsables.
Tras la visita a Ponce, Jalkh aseguró que la Policía se encargará de cubrir todas las necesidades del gendarme durante el tiempo de su recuperación.
Eso es lo que también espera Aldredo Ponce, padre del herido y ex miembro de la Policía. Él tuvo un accidente de tránsito en servicio y perdió una pierna. Le dijeron que iban a darle el apoyo incondicional. No lo hicieron.
“El día de hoy (ayer) hemos visitado a su familia, a él en la clínica y vemos que hay una gran demanda de justicia... Justicia que debe ser ejemplarizadora...”, manifestó Jalkh en la Fiscalía del Guayas.
Allí, se reunió con el fiscal distrital, Antonio Gagliardo, para solicitar al funcionario judicial que se haga una prolija investigación sobre este hecho. Con ese fin, le ofreció su colaboración y le entregó partes policiales y un CD, como pruebas de lo ocurrido durante la protesta estudiantil.
Jalkh también calificó de “vergonzosa” la actitud del rector de la Universidad de Guayaquil, Carlos Cedeño, por argumentar que el incidente fue causado por el mismo agente de la Policía.
“Hay que defender al gremio, pero hay que defender lo defendible...”, expresó Freddy Martínez, comandante general de la Policía en su visita a Guayaquil.
Cedeño y dirigentes de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), afirmaron este lunes que se sienten perseguidos por el Gobierno. Por ello dijeron que plantearán un recurso de protección en la Corte.
Karem Bustamante sigue con molestia por las declaraciones de Cedeño. Pero eso no le quita fuerza cuando acompaña a su pareja.