El próximo martes, la Fiscalía de Azuay y la Policía Judicial informarán sobre el avance de la investigación sobre la muerte de Yurgüen V., de 21 años. El cuerpo del joven, quien habría recibido dos puñaladas, fue encontrado sobre las cenizas de un monigote, la madrugada del miércoles 1 de enero.
En el barrio donde ocurrió la muerte hay preocupación. Uno de los vecinos contó que en diciembre dos viviendas ubicadas cerca al sitio del crimen fueron robadas. “En las noches hay desconocidos que beben licor”.
La familia de Yurgüen V. conoció que él participó de una celebración de fin de año con varios compañeros universitarios. Cerca de las 02:00 se despidió y un amigo le dejó a una cuadra del lugar donde fue encontrado muerto, a 100 metros de su casa.
En la familia hay dolor y consternación y piden a las autoridades que aceleren la investigación. El fiscal de Azuay, Lizandro Martínez, dijo que tienen pistas de lo ocurrido y que hubo personas que aportaron con información para dar con los responsables.
Según el informe de la Policía, el cuerpo tenía dos heridas ocasionadas por arma blanca: una en el pecho que causó la muerte y otra en la espalda. En su poder se encontró sus pertenencias.
Por eso, el fiscal Martínez y Pablo León, jefe de la Policía Judicial, descartaron el robo e investigan otras opciones.
También analizan la información almacenada en el celular del fallecido y la proporcionada por sus amigos que estuvieron con él esa noche.
Este universitario fue encontrado a una cuadra de la vivienda de sus padres, en el norte de Cuenca. Este hecho se convirtió en la primera muerte violenta del 2014 en la provincia. El año anterior hubo 22 casos en la ciudad y 38 crímenes en Azuay.
De acuerdo con información del Ministerio del Interior, fue la única ciudad del país donde los homicidios y asesinatos aumentaron un 20% con relación al 2012. En noviembre pasado, el ministro José Serrano relacionó estos hechos violentos con el excesivo consumo de alcohol.