Pablo Carlosama. Estudiante Universitario.
Ante todo, las personas deben reconocer la actualidad en la que vivimos. Pensar que nuestras ciudades gozan de seguridad, es vivir en un mundo irreal.
Para contrarrestar la inseguridad es importante el endurecimiento de penas para las personas que se dedican a delinquir.
Este cambio ayudará a que las personas vuelvan a confiar en la justicia ecuatoriana. Sin embargo, las denuncias son fundamentales para combatir la delincuencia.
Por lo tanto, la Policía debe generar las garantías suficientes para las personas que han sido víctimas de algún robo o asalto.
El temor a represalias por parte de la delincuencia es permanente en los ciudadanos y este factor muchas veces evita que se denuncien los actos delictivos. El número de policías se debería aumentar en los barrios considerados más peligrosos.
Los miembros de cada lugar juegan un papel importante en la organización para la seguridad de sus familias. Debe haber reuniones constantes de integración con el objetivo de conocer a las personas que habitan en su entorno. La organización genera una unión y solidaridad social.