Los vehículos que no tengan las llantas en buenas condiciones y no califiquen en los controles, hechos en las terminales terrestres de todo el país, no podrán viajar.
Esa fue una de las seis propuestas de mejoramiento de la gestión que la Dirección Nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial expuso ayer, en una reunión realizada en la sede de la Dirección Nacional de Tránsito (DNT), en el norte de Quito, ante el ministro del Interior, Gustavo Jalkh.
Juan Zapata, jefe de la División Técnica de esa oficina, dijo que “las medidas son inmediatas y se ejecutarán a través de los jefes y subjefes de las jefaturas del país”. En los 18 controles integrados (terminales terrestres) del Ecuador, un equipo especializado de control permanecerá las 24 horas del día. Su trabajo consistirá en revisar las condiciones técnicas de los buses de servicio público.
El chequeo incluye frenos, niveles de iluminación y estado de los neumáticos.
La segunda propuesta fue crear una normativa que regule el número de horas de manejo de los conductores. La Policía planteó que los choferes conduzcan como máximo cinco horas diarias, con intervalos de descanso de 10, 15 y 20 minutos.
La instalación de tacógrafos en las unidades de transporte fue la cuarta sugerencia. Este aparato funciona como una especie de caja negra, que se encarga de registrar los movimientos mecánicos de los automotores durante los viajes. Si sucede un accidente, este registrará de forma pormenorizada las causas.
El combate a la impunidad fue el cuarto planteamiento. Gustavo Jalkh dijo que el objetivo no es que los uniformados emitan boletas de sanción para los infractores, sino que la Policía recupere su capacidad operativa. Eso quiere decir que si un chofer tiene el automotor con llantas lisas, no se le permita viajar.
Las autoridades policiales asumieron un compromiso: la aplicación de auditorías viales. Consisten en regular los diseños de las carrocerías de los vehículos.