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Policía operó con 6 grupos para controlar las protestas

Los aspirantes a policías de las escuelas de formación dieron seguridad en los plantones. Foto: Eduardo Terán / El Comercio

Los aspirantes a policías de las escuelas de formación dieron seguridad en los plantones. Foto: Eduardo Terán / El Comercio

Los aspirantes a policías de las escuelas de formación dieron seguridad en los plantones. Foto: Eduardo Terán / El Comercio

Los 300 policías formaron un cerco de seguridad en las inmediaciones del Palacio de Gobierno. Eran las 10:00 y más de 2 000 personas se concentraron allí para escuchar el discurso del presidente Rafael Correa sobre los proyectos de ley de herencias y plusvalía.

Entre los uniformados estaba personal de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), cadetes y aspirantes, oficiales y agentes de las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) que dan seguridad en los barrios.

Estos últimos también participaron en la avenida De los Shyris, desde el lunes 8 cuando comenzaron las manifestaciones del oficialismo y oposición.

Pero ¿por qué destinar agentes de las UPC, cuando estos deben encargarse de la seguridad de los barrios? Altos oficiales dicen que no solo fue personal de la UPC sino cuerpos especializados quienes operaron ante las protestas.

En total, fueron seis grupos policiales y a la UMO, a los aspirantes y UPC también se sumaron los motorizados, caballería y canes. Justamente, porque operan en los barrios, el lunes los agentes llegaron a la Plaza Grande con chaleco verde fosforescente, camisa caqui y pantalón verde aceituna.

La instrucción fue dar seguridad en ese evento. Sin embargo, ayer (martes 16 de junio) William Benítez, el comandante del Regimiento Quito 2 y quien dirigió el operativo de seguridad, dijo que no hubo inconvenientes en los barrios que cubren.

Uno de los uniformados que pertenece a la UPC del parque La Carolina indicó que ellos únicamente colaboraron al inicio de las manifestaciones.

El primer día, uno de ellos se encargó de contestar las preguntas que le hacía la gente sobre el operativo.

Otro oficial coordinó los patrullajes, pues cinco uniformados daban seguridad en la zona. De ellos, dos se movilizaban en motocicletas y uno patrullaba en un automóvil los cuatro kilómetros que mide el sitio.

Otra UPC funciona en el parqueadero del centro comercial Quicentro. Esta cuenta con seis gendarmes y no acudieron a los plantones. Ellos patrullaron en las calles aledañas a ese establecimiento. Oficiales de la Policía indicaron que en las inmediaciones de la avenida De los Shyris hay seis UPC con 20 uniformados cada una.

Anoche hubo más manifestaciones en la Shyris y el Ministerio del Interior dijo que salieron 400 uniformados.

Incluso operó el servicio aeropolicial. En la protesta del miércoles de la semana pasada, por ejemplo, hubo cuatro detenidos “por actos violentos” registrados en la capital y dos uniformados heridos. Los afectados, entre ellos una mujer golpeada con una pila salió con el alta.

El director general de Operaciones de la Policía, Lino Proaño, dijo que las imágenes captadas en las manifestaciones no son para seguir procesos legales, sino para tener un archivo de personas que podrían generar inconvenientes en las posteriores concentraciones.

Los antimotines

La Unidad Antimotines comenzó a especializarse hace dos años y en el país hay 660 agentes (hasta septiembre del 2014). En esta Unidad, que fue creada en el 2012, trabajan 660 de los 42 632 agentes que hay a escala nacional (hasta el 2017 serán 1 320).

Los instructores hablan de nuevas estrategias para afrontar disturbios, operar en espectáculos públicos. Además, desalojos, marchas, plantones, operativos con autoridades, en centros carcelarios, audiencias judiciales, seguridad de instalaciones, eventos deportivos... La orden que tienen es no usar bombas lacrimógenas, aplicar el uso progresivo de la fuerza y “dialogar primero antes de actuar”.

En los ensayos de la UMO se enseña a los gendarmes que no caigan en provocaciones. También, utilizan pelotas de tenis para simular que son piedras y los aspirantes a policías simulan ser manifestantes. El personal antimotines se protege con escudos.
En los cascos llevan pegadas cámaras. Sus imágenes sirven para corregir fallas en los procedimientos o identificar a quienes dirigen las marchas o participan en estas.

Uso de la fuerza

Al final de las manifestaciones, la Policía Nacional desalojaba la avenida De los Shyris con los agentes de la Unidad Antimotines que empleaban cascos protectores, escudos y trajes especiales negros con rodilleras y coderas de plástico.

Los gendarmes conformaban una larga fila que se ubicaba a lo ancho de la vía. Cuando recibían la orden de avanzar, los uniformados caminaban lentamente y pedían a los manifestantes opositores al Gobierno que se retiraran. Al ver que no les hacían caso, comenzaban a avanzar y la gente desalojaba el sitio en medio de empujones.

El primer y último día de las manifestaciones de la semana pasada se empleó la caballería de la institución uniformada. Los jinetes y los animales se ubicaban detrás de los agentes antimotines y cuando el contingente policial no avanzaba, salían de forma rápida para despejar la zona. Avanzaban unos 15 metros y regresaban con sus compañeros.

En medio de los desalojos, la gente les lanzaba patadas y golpes en los escudos, pero los uniformados no se movían. En esos momentos, el personal de la Policía Comunitaria no intervenía en los operativos, tampoco los motorizados.

También se empleó un pequeño chorro de agua para que la gente abandonara el sitio en donde se desarrollaban las manifestaciones. Al principio, la gente se oponía a irse pero paulatinamente los movilizaron dos cuadras más abajo de la Tribuna De los Shyris.

La gente continuaba en el sitio otros 20 minutos aproximadamente y luego se iba. En ese momento, los uniformados formaban otra fila y no permitían el paso. Una vez que los manifestantes se iban de la avenida, el personal de antimotines se retiraba. Formaban una columna en la que tomaban lista y se daba parte de las actividades realizadas.

Luego se subían a un autobús de la Policía que los trasladaba al cuartel de la Unidad Antimotines. La Policía dice que el número de agentes depende de las protestas.