Personal del Grupo de Intervención y Rescate de la Policía Nacional (GIR) y el Municipio de Quito inspeccionaron la mañana de este miércoles 28 de julio del 2021 la quebrada del barrio Armero, ubicada detrás de la Facultad de Educación Física de la Universidad Central, noroccidente de la capital.
Accedieron a ese lugar como parte de la primera jornada de búsqueda del resto de osamentas de la maestra parvularia Natalia Subía, desaparecida desde el 15 de septiembre del 2018. Una parte de las osamentas del cráneo de la profesora fue hallada en las rejas de una alcantarilla ubicada junto a la quebrada, en marzo del 2019. Más de dos años después, el 11 de julio del 2021, un agente se comunicó con la familia de la víctima para informarle que los huesos de una pierna y el fémur de otra fueron encontrados en el mismo sector mientras personal del Municipio realizaba trabajos de limpieza.
“Lamentablemente ese hallazgo no se produjo durante la búsqueda de nuestra familiar, sino dentro de una limpieza rutinaria que el Municipio hizo en la quebrada”, dijo Isis Subía, hermana de la víctima. “Escarbaron con maquinaria pesada y con el brazo metálico sacaron estos huesos”.
Ella se acercó a Medicina legal para identificar las prendas, pero no le permitieron observarlas de cerca para no romper la cadena de custodia. Solo le enseñaron cuatro fotografías en las que se observa que junto a las osamentas había una licra negra exactamente igual a la que su hermana vistió el día de la desaparición. También un zapato de marca Converse, de color negro, como el que Natalia llevaba puesto. “Es lamentable decir que estas dos instituciones (Policía Nacional y Fiscalía) no trabajan de forma coordinada”.
Por eso, los allegados de la docente solicitaron a las autoridades que se realicen más inspecciones para hallar otros indicios. “Entiendo que se realizará un tamizado en la tierra que se sacó de la quebrada cuando aparecieron los huesos de las piernas”, expresó Isis Subía.
Su principal objetivo es que se localice el resto del cuerpo de la profesora y despedirla con dignidad. Al momento, un hombre es investigado por este caso. “Esto es el inicio de lo que será la búsqueda de mi hermana, sentimos impotencia porque esto debió realizarse desde hace dos años”, dijo Isis Subía.
Para hacerlo se utilizará maquinaria y personal especializado. Ella contó que antes se realizaron dos barridos que no resultaron efectivos. Espera que con los primeros estudios realizados hoy en la quebrada se planifique un esquema de búsqueda organizado.