Las luminarias del alumbrado público aún no se apagaban en la vía Perimetral. A las 06:00 de ayer se realizó la reconstrucción del arrollamiento del 5 de septiembre que ocasionó 16 muertos (ayer aumentó uno) y 10 heridos.
A un costado del km 23, elementos de la Oficina de Investigaciones de Accidentes de Tránsito (OIAT) colocaron siluetas elaboradas en cartón blanco. Simulaban a los niños y adultos que a esa hora, el día del accidente, esperaban bus o desayunaban en los comedores populares, a la altura del Bloque 11 de Bastión Popular, en la cooperativa Paquisha.
Vanessa Chavarría, quien perdió a tres hermanos y a una sobrina, no estaba de acuerdo con la ubicación de las siluetas de los afectados. Creía que se habían colocado casi sobre la vía, lo que podría determinar que los peatones cometieron la infracción. “Está mal, así no ocurrió, la camioneta se salió del camino desde más allá de donde señala la Policía”.
Irma Baque, familiar de otro afectado, vestía de luto y asentía. “Los peatones parece que fueran los culpables, pero es a él (conductor de la camioneta) a quien deben echar la culpa”.
La mañana del 5 de septiembre, Luis H. conducía una camioneta blanca doble cabina que se salió del carril de circulación y arrasó con quienes estaban a un lado del camino. Según la prueba de alcoholemia, él tenía 1,89 ml de licor por litro de sangre, lo cual superaba a lo permitido de 0,3.
Ayer, el conductor no estuvo presente en la diligencia judicial. Según el fiscal de la Unidad de Delitos de Tránsito, Ángel Lema, a cargo de la diligencia, se prefirió no trasladarlo por seguridad.
El día de la tragedia, después del arrollamiento, la camioneta de Luis H. y otra de la Comisión de Tránsito del Guayas (CTG) fueron incendiadas por moradores.
Ayer, un grupo de policías del GOE y vigilantes de tránsito cercaban el sitio de la tragedia. Dos carriles de la vía fueron cerrados.
Según Cristian Briones, de la OIAT, el día del accidente no se pudo recoger mayor información por la protesta de los moradores. Ayer dijo que, por la proyección de los cuerpos en el piso, se calcula que el vehículo iba a no menos de 70 km/h, “velocidad no prudente” para esta zona urbana de alta circulación peatonal.
Honorato Piguave, quien perdió a sus tres hijos y tiene a su esposa aún hospitalizada, espera que se aplique la Ley y que Luis H. reciba 12 años de cárcel.
La lista oficial de víctimas fatales: 15 personas y un bebé en gestación, se incrementó ayer con la muerte de Ovidio Mera Macías. Su familia no tuvo recursos para la operación que necesitaba a causa de las heridas sufridas en el accidente. Por eso falleció, manifestaron allegados.