Un control policial se ejecutó el jueves último en Alóag, a las afueras de Quito. Foto: Diego Pallero / El Comercio
Los datos constan en los informes que recopila la Policía y muestran los puntos más “vulnerables”, en los que se producen ataques a los conductores.
Las vías de Pichincha, Santo Domingo, Manabí, Esmeraldas, Cotopaxi, Guayas y Los Ríos aparecen en la lista.
Esa investigación sirve hoy para reforzar las seguridades en estos últimos días del 2020, cuando se espera un mayor flujo de viajes en las carreteras.
A pesar de las restricciones, la Policía confirma que la presencia de vehículos en las vías aumentó en Navidad. Algo similar se espera en los días previos a fin de año.
Sin embargo, el jefe de la Dirección de Policía de Tránsito, Janio Bustillos, advierte que las cifras son menores en comparación con el 2019.
La vigencia del estado de excepción y del toque de queda, que se aplica de 22:00 a 04:00, influyó en el descenso del número de viajes durante estas dos últimas festividades.
En un informe que elaboró la Policía se destaca que la gente prefiere los viajes a destinos cortos, que no sobrepasen las dos horas de recorrido.
“Vemos que existe una tendencia a ir a lugares muy cercanos para distraerse y volver antes de que se inicie el toque de queda”, señala Bustillos.
La Policía, Fuerzas Armadas y agencias de tránsito municipales realizan controles a escala nacional. Así buscan que se cumplan las disposiciones del Comité de Operaciones de Emergencia (COE).
Según la Dirección de Operaciones de la Policía, los controles especiales planificados para esta temporada festiva se extenderán hasta el 4 de enero del 2021, cuando termine el feriado y la ciudadanía retome sus actividades regulares.
Entre las estrategias que ya se implementan está la aplicación de controles las 24 horas,
en los ejes viales nacionales. Para cumplir esta disposición, 1 000 agentes custodiarán las vías hasta terminar el año. La Institución confirmó que se suspendieron las vacaciones al personal, para que esté operativo en un 100%.
También se dispuso que los policías comunitarios que están cerca de los principales ejes viales del país realicen patrullaje. El objetivo es disuadir a los sospechosos de cometer actos ilícitos. A esto se suma la implementación de puntos de control específicos en los sitios en que se han identificado asaltos y permanente vigilancia con drones y con helicópteros de Aeropolicial.
En Quito se prepararon recorridos por las vías que conectan con Napo, donde ya se han registrado asaltos este año.
La Policía Judicial también trabaja en la investigación de bandas dedicadas a este tipo de delitos. El coronel Jorge Adahty, de esa oficina en Quito, indicó a este Diario que han cruzado datos con otras instituciones, para determinar cómo operan los asaltantes y cuáles son las víctimas que persiguen. Con base en ese seguimiento se sabe que son grupos armados que se movilizan en motos o vehículos sin placas.
Las pesquisas también determinaron que la organizaciones detecta a un vehículo y se comunican por radios para informar que se encuentran en lugares alejados de centros poblados o que no tienen conexión de telefonía móvil. Eso impide a las víctimas reportar el asalto y acceder a auxilio inmediato. Para evitar este inconveniente, se establecerán puntos móviles en zonas consideradas conflictivas.
En cuanto a viajes en buses, los agentes rastrean a los grupos que en estos días perpetran asaltos. El 12 de diciembre, por ejemplo, tres personas usaron armas de fuego para desvalijar a los pasajeros que iban en una unidad de una cooperativa esmeraldeña.
Los armados se embarcaron en la parroquia La Unión con un saco lleno de plátanos y fingieron ser usuarios.
El bus cubría la ruta Quinindé-Santo Domingo. El atraco se cometió en la noche. Los sospechosos ocultaron sus rostros con mascarillas, sacaron armas de fuego y atacaron.
Los operadores del ECU-911 receptan estas alertas cuando están de turno. Este Diario entrevistó a dos funcionarios. Ambos coincidieron en que antes, en estas fechas, tenían 15 llamadas por robo en vías. Hoy atienden, en promedio, un par.
Una se registró en Nochebuena. Un viajero que logró esconder su celular en medio de un asalto llamó al servicio de emergencia. Él contó que seis sospechosos perpetraron un asalto en el bus que cubría la ruta Puebloviejo-Valencia, en Los Ríos. Les quitaron dinero, documentos y celulares.
Otro ataque se dio esa misma noche en un bus que llegaba a Babahoyo. Allí, las víctimas fueron trabajadores de una hacienda que habían cobrado horas antes su paga de Navidad.
Hasta junio pasado, se registraron 42 denuncias por asaltos en carreteras. Esta cifra es menor a lo registrado en todo el 2018 y 2019.
El jefe de Operaciones de la Policía, Fausto Salinas, indicó que la pandemia influyó para tener un descenso en las estadísticas. “Hay más controles y los viajes están monitoreados”.