Perito: Policía que dirigió operativo en farmacia estuvo al frente de otras tareas que dejaron 25 muertes

Protestas por el caso Las Dolores, en el 2004. Foto: Archivo

Protestas por el caso Las Dolores, en el 2004. Foto: Archivo

Protestas por el caso Las Dolores, en el 2004. Foto: Archivo

25 personas resultaron muertas de forma violenta en cinco operativos policiales dirigidos por el mayor de Policía, Eduardo G. Él es el oficial que también dirigió las tareas policiales en el 2003, cuando murieron ocho personas y tres quedaron desaparecidas, en una farmacia de Guayaquil.

De hecho, el caso Las Dolores ahora también se suma a esa lista atribuida a Eduardo G. Al menos eso lo explicó el perito colombiano Carlos Cueto al entregar los resultados de su experticia ‘Dinámicas de actuación policial en cuanto a la elaboración de partes policiales’.

Esta comparecencia se concretó ante el Tribunal Penal de la Corte Nacional de Justicia (CNJ).

Según la Fiscalía, la experticia de Cueto precisó que, tras analizar 19 partes policiales, redactados entre 1984 y 2008, se determinó que esos documentos revelan una estructura fija o una forma similar de operar de los uniformados.

“La labor de inteligencia previa al operativo se repite en cada una de los partes policiales, para demostrar que la Policía no improvisa, sino que obedece a una estructura porque se ha hecho una labor de inteligencia previa al operativo”, indicó el perito.

Al ser un operativo investigado y planificado, despliega efectivos y armamento en contra de los supuestos delincuentes y, sin embargo, según la experticia de Cueto, “el operativo aparece como algo totalmente improvisado, cuya flagrancia obliga a un desenlace fatal (las muertes violentas)”.

Una vez ejecutado el operativo, en los partes policiales se alega que en el lugar de los hechos se encuentra evidencia de armamento confiscado y se incluye el “prontuario delictivo, estos informes están llenos de una historia delictiva grande del delincuente”, precisó Cueto.

En los cinco operativos dirigidos por el mayor Eduardo G., él firma como investigador y “los delincuentes, tras una investigación, son asesinados”, manifestó Cueto.

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