Vías asfaltadas de Patuca, en Morona Santiago. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Las copas de los árboles se extienden hacia el horizonte. Desde el avión militar Casa se ve al río Upano, que zigzagueante rompe con la selva. Tras una hora de vuelo desde Quito aparece un centro urbano, con 200 casas. Es Patuca, una pequeña parroquia de Santiago de Méndez, en Morona Santiago. Hace 25 años, allí se levantó el Centro de Operaciones para la guerra del Cenepa.
Sonidos de ametralladoras, helicópteros artillados y sirenas se escuchaban durante las jornadas bélicas, en el pasado. Ese es uno de los recuerdos que tiene Teresa Antuash, una mujer que nació y creció allí.
Este 10 de enero del 2020 caminó 15 minutos desde una comunidad cercana hacia la Brigada de Selva 21 Cóndor. Una ceremonia especial para recordar los 25 años del inicio de las hostilidades se desarrolló en ese recinto militar.
El 26 de enero de 1995 estalla el conflicto armado entre los Ejércitos de Ecuador y Perú.
Antuash dice que todo ha cambiado desde entonces.
Así era el pueblo hace 25 años. Foto: Archivo
Los datos lo confirman. Patuca tiene cerca de 1 000 habitantes. “Cuando empezó el conflicto no había más de 50”, recuerda el alcalde de Méndez, Antonio Antuash. Él considera que la parroquia ha mejorado en estos 25 años. Entonces no había infraestructura pública, alcantarillado o agua potable. Los servicios básicos estaban focalizados en la base militar.
Hoy, la vía que se conduce a Macas es de primer orden y hay transporte interprovincial.
Las vías del centro urbano son asfaltadas y adoquinadas.
Sin embargo, hay problemas que faltan por solucionar. La cobertura de alcantarillado y agua potable llega al 35% de la población. El servicio de Internet es deficiente y hay señal de una sola operadora. Las comunidades alejadas del centro urbano no tienen esta cobertura.
Teresa Antuash camina despacio. Con su mano derecha toma del brazo a su hijo. Con la izquierda da golpes con un bastón para no tropezar. Una cinta roja atraviesa su pecho.
Es uno de los símbolos que utilizan los héroes de guerra. Se sienta en una de las tribunas junto a otros héroes de guerra y combatientes del Cenepa.
Su hijo, Germán Pitiur, murió en batalla el 2 de febrero de 1995. Es un acontecimiento que los pobladores de Patuca y los soldados tienen presente.
Militares en la ceremonia que se desarrolló la mañana de este viernes 10 de enero del 2020. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
La historia de la parroquia se entrelaza con la guerra. Las principales vías tienen nombres militares. Por ejemplo, una de las calles principales se llama Teniente Hugo Ortiz.
La Unidad Educativa que acoge a 200 estudiantes se llama Héroes del Cenepa. El hospital general funciona en las instalaciones militares.
Este viernes 10 d enero del 2020, en Patuca hubo un intenso movimiento. Las más altas autoridades militares habían llegado. También estuvieron los generales retirados Paco Moncayo y José Gallardo.
El jefe de la FAE, Mauricio Campuzano, hizo una reseña histórica del conflicto y destacó que hoy se vive una época de paz y que las nuevas generaciones no han sufrido los estragos de la guerra.
Franklin Guamán participó en la ceremonia. Fue combatiente y se le quiebra la voz al hablar de cómo atendía a los heridos por municiones o cómo desenterraba a los soldados muertos para embarcarlos en helicópteros que iban a Quito.