Fue una campaña intensa. Entre septiembre y diciembre del 2012 la mano amarilla apareció en ‘spots’ de televisión, periódicos, trípticos y vallas publicitarias. El eslogan llamaba a la población a ‘pararle el carro‘ a los conductores infractores.
‘Par de tragos nada más, pues tengo que manejar; imposible que me puedan afectar’, ‘En tu casa esperando están, los que te quieren de verdad’ cantaban Hugo Idrovo e Hipatia Balseca en el video promocional.
Luego de ese período, la iniciativa se debilitó. Hoy, a la mano amarilla ya no se la ve en los medios de comunicación y tampoco se escuchan las voces de los artistas ecuatorianos.
La campaña surgió con el fin de reducir los accidentes provocados por el exceso de velocidad, uso del celular, conducción bajo los efectos del alcohol, malas prácticas de los choferes de buses interprovinciales y el irrespeto a los ciclistas y sus vías exclusivas.
En septiembre, cuando se inauguró el proyecto, la entonces ministra de Transporte y Obras Públicas, María de los Ángeles Duarte, llamó a la sensibilización de los conductores. “Si no los concientizamos, todo el esfuerzo que hagamos en infraestructura vial será en vano. Ha sido muy duro educar a las personas”, reconocía en una entrevista en TC Televisión.
¿Cuál fue el impacto del Párale el Carro en los cuatro meses del 2012? Según la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), los siniestros se redujeron en el país un 22% por embriaguez y un 42% por exceso de velocidad.
La campaña tuvo un presupuesto de USD 5 millones para un año de difusión y los mayores rubros se destinaron a promocionar el eslogan en los medios de comunicación.
Datos del sistema de Contratación Pública refieren que uno de los contratos con una empresa de publicidad costó USD 1 millón. En el convenio se detalla que el valor cubría “los servicios, productos y espacios de medios de la campaña permanente de seguridad vial”. Y se añade que el plazo de ejecución era de 137 días.
Entre las causas, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas advierte que era “imperativa y urgente” una campaña que apuntara a reducir los accidentes con víctimas fatales.
El proyecto incluyó la creación de una página web (paraleelcarro.com) que actualmente ya no está operativa, según constató este Diario.
En Facebook y Twitter también se crearon cuentas con el eslogan de la campaña. 40 315 internautas apoyaban la iniciativa hasta la tarde de ayer. No obstante, los últimos mensajes en esas redes sociales se escribieron entre febrero y octubre del año pasado.
Desde el 17 de septiembre del 2012 hasta el 18 de febrero del 2013, personal que manejaba la cuenta en Twitter escribió 702 mensajes. La mayoría de los tuits eran respuestas a denuncias que publicaban los usuarios contra conductores infractores.
“Bus de la cooperativa Santa lleva pasajeros acostados en el pasillo”, “Hagan control en peaje Guayasamín, casi ningún carro oficial paga telepeaje; igual sin placas y vidrios oscuros”, “Conductor imprudente y a exceso de velocidad casi provoca accidente” son algunas de las denuncias que se publicaron en ese período.
Precisamente, uno de los objetivos del proyecto era “concienciar y promover la denuncia ciudadana” sobre las malas prácticas en las carreteras.
A través de un correo electrónico, la ANT respondió que en los cuatro meses en los cuales se intensificó el proyecto (septiembre a diciembre del 2012) se receptaron “aproximadamente 100 denuncias” en la página web, en las redes sociales, el 911 y el 101. Tras el reclamo, el ECU 911 enviaba a la unidad más cercana a comprobar la infracción, explicó la ANT.
19 meses después del lanzamiento, ¿la iniciativa aún permanece en el imaginario de la población? La semana pasada, en la versión digital de este Diario se publicó una encuesta. El 66% de los usuarios respondió que sí conoce la campaña. Otro 45% contestó que no sabía cuáles eran los números para denunciar y un 19% dijo que sí presentó una queja.
Para la publicista Catalina Carvajal, si una campaña se abandona, lo más seguro es que la gente la olvide de inmediato. “La sociedad está sobrecomunicada y por eso es importante mensajes con enfoques claros y de forma frecuente”.
Funcionarios de la ANT y del Ministerio de Transporte aseguran que el proyecto no ha muerto y se sigue promocionando el eslogan en la calle, pero aclaran que “mantener cuñas radiales o comerciales en televisión sería muy elevado”.
Guayas fue una de las provincias con mayor difusión del proyecto. Luis Lalama, jefe del Cuerpo de Vigilancia de la Comisión de Tránsito del Ecuador, otro organismo que fue parte de Párale el Carro, dice que los programas de educación vial se desarrollan constantemente. El 16 de abril, por ejemplo, se redoblaron los operativos para sancionar a los choferes de buses.
Según el uniformado, las infracciones más frecuentes son por exceso de velocidad y por recoger pasajeros en paradas improvisadas, contravenciones que la campaña se esforzó en sensibilizar.
En contexto
Cinco organismos gubernamentales formaron parte del proyecto Párale el Carro. La iniciativa surgió para reducir los accidentes por exceso de velocidad, uso del celular, conducción bajo los efectos del alcohol, irrespeto a ciclistas y malas prácticas de choferes de buses.
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