Las redes criminales de siete países hallaron en Ecuador el “mercado propicio” para reclutar a mujeres con fines de explotación sexual. Esta conclusión consta en el Décimo reporte anual sobre trata de personas del Departamento de Estado de EE.UU., en el 2009.
El organismo revela que los principales destinos de las mujeres que salen de Ecuador son Colombia, Perú, Venezuela y cuatro países de Europa (Alemania, Francia, España e Italia).
Según el informe, jóvenes de entre 15 y 25 años son llevadas a esos países para obligarlas a prostituirse en centros urbanos, sin remuneración y con hasta 15 horas de trabajo al día. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (Unodc), en su informe mundial sobre la Globalización del Crimen, publicado este mes, señala que, por trata, el 79% de mujeres es víctima de explotación sexual, el 18% de esclavitud laboral y el 3% de otros maltratos.
¿Cómo operan estas redes en Ecuador? Inteligencia de la Policía sostiene que grupos multinacionales contratan temporalmente (hasta por un mes) a cuatro o cinco personas, que operan en las fronteras, Quito y ciudades pequeñas. Allí ‘enganchan’ a mujeres interesadas en el ‘trabajo’.
Esa información coincide con las indagaciones que por trata de personas se iniciaron en la Fiscalía General. En el 2009, la entidad abrió 62 investigaciones. Solamente en el Carchi (fronteriza con Colombia) se investigaron 14 casos, igual número en Chimborazo, 36 en Santo Domingo de los Tsáchilas y 12 en Quito.
En el 2010 suman 62 hechos. De ese total, 12 se presentaron en la capital. En esta ciudad, un hombre porteño que bordea los 40 años se contactó con Mónica (nombre protegido). Se hacía llamar ‘Raúl’ y decía ser “agente laboral”. El 14 de marzo del 2007, la joven recibió una “jugosa propuesta de trabajo en Lima-Perú: una empresa textilera necesitaba 10 operarias, con sueldo de 700 dólares, hospedaje y comida”.
Ella tiene 20 años, es de contextura delgada y terminó el colegio. En su piel lleva una inscripción, por su hijo de 3 años, quien nació con insuficiencia renal (enfermedad que destruye el riñón). En Quito trabajaba como empleada doméstica, pero los 160 dólares que ganaba no alcanzaban para costear la diálisis del pequeño. Por eso aceptó el ofrecimiento.
El viaje por tierra comenzó dos días después del primer contacto. Tras viajar 14 horas en una camioneta, ‘Raúl’ la dejó en la fronteriza Huaquillas y el traslado a la capital peruana siguió con dos mujeres que decían ser empresarias.
En Lima, las promesas se diluyeron en horas. “De la noche a la mañana me dijeron que la empresa se había quebrado, pero que había un bar en donde podía ganar lo mismo”. Allí comenzaron cuatro meses de trabajo obligado y poco a poco fue sometida a la prostitución. “Me negaba para no atender clientes, pero el dueño me rompió la cabeza con la hebilla de la correa”.
La salida de ecuatorianas al exterior es solo una observación de EE.UU. El informe del Departamento de Estado, al que este Diario accedió, señala que Ecuador es utilizado para filtrar a mujeres a naciones del Hemisferio Occidental. A esto se suma que en Ecuador también se explota sexualmente a jóvenes de Colombia, Perú y Cuba. Las mafias operan en las provincias fronterizas y amazónicas, y también en Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Manabí.
Pablo Zapata, jefe de Reasentamiento de Acnur en Ecuador, dice que hay refugiadas que han sido explotadas sexualmente.Según el ex jefe de la ex Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía (UIES), Manuel Silva, este fenómeno no es un hecho aislado. Dice que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tienen un sistema de apoyo que involucra a una red de prostitución. “A más de dar dinero, generan información. Para saber algo de un juez, por ejemplo, se ordena a una mujer irse con un funcionario. Ella gana confianza y obtiene datos”.
Silva asegura que esta es otra fuente del sicariato, porque el fin de esta forma de prostitución es infiltrar a las instituciones (Justicia, Policía, FF.AA., Registro Civil) y en caso de que no sea posible permearlas, operan círculos de seguridad.
La Unodc calcula que por cada ‘enganche’ la gente cobra entre 5 000 y 6 000 dólares. En el mundo, este delito mueve unos 32 millones de dólares al año, con unas 400 000 personas explotadas sexualmente (ver mapas).
El Departamento de Estado acusa a Ecuador de no cumplir “plenamente con la promulgación de normas mínimas para la eliminación de la trata”.
Washington dice que Ecuador “hace esfuerzos significativos para lograrlo (…). “No obstante, los esfuerzos del Gobierno para hacer que se cumpla la Ley no están lo suficientemente direccionados para controlar el trabajo forzado y los delitos de trata de adultos con fines sexuales”.
Pero el jefe de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado de la Policía (ULCO), Juan Carlos Rueda, sostiene que el trabajo de Inteligencia sí tiene resultados. “Ecuador ha creado una institucionalidad para abordar el tema. Hay la base legal, hay esfuerzos institucionales, hay gente que está procesada (en juicios)”.
El viceministro de Justicia, Freddy Pavón, también asegura que el tema no está abandonado y que se trabaja en una reforma legal para endurecer las penas. El actual Código Penal establece sanciones de hasta 16 años de cárcel por este delito.
Datos de la Policía Judicial señalan que por trata de personas con fines sexuales fueron apresadas 42 personas en el país, entre enero y abril del 2010.
Cuando ‘Raúl’ se contactó con Mónica ella tenía 17 años. En El Oro, en apenas dos horas, consiguió una cédula en la cual fingía tener 23 años. Ese documento permitió al dueño del prostíbulo en Lima evadir problemas con la Policía. En Ecuador, dice EE.UU., los agentes admiten que “generalmente los propietarios de los burdeles utilizan documentos falsos para explotar a menores”.
El Departamento de Estado reclama porque “no hay juicios contra funcionarios que dan cédulas falsas para menores de edad que serán explotadas”.
Una larga cicatriz se dibuja en el brazo derecho de la joven. Es la señal del día en que se escapó. Eran las 02:00 y corría julio del 2007. Para salir del local se enfrentó con el guardia. Los dos resultaron heridos con un cuchillo. Él quedó en el piso y ella corrió.