El Presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil se solidarizó el 4 de abril con el equipo de EL COMERCIO secuestrado en Mataje. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Entrevista a Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio Guayaquil.
¿Cómo afectan los atentados en la zona fronteriza a la democracia?
Entre las actividades que se pueden desarrollar solo si hay democracia está el comercio. Y para que exista democracia la condición básica es la paz; debe haber paz social.
¿Cómo se debe abordar esta problemática?
La situación de terrorismo que estamos viviendo en la frontera, dentro de Ecuador, y más con la situación crítica de tres compatriotas secuestrados, es algo que no ha pasado en décadas y debe ser la principal preocupación nacional en este momento. Nos solidarizamos porque son tres ecuatorianos, que pudieron ser cualquiera de nosotros, que salieron a trabajar y en su trabajo diario se encontraron con una situación que no es su responsabilidad sino, más bien, la irresponsabilidad del Gobierno por no haber fortalecido las fronteras.
¿Cómo se vulnera la imagen de un país tranquilo ante el mundo?
Estamos regresando a la Colombia de los años 90. Estamos retrocediendo 30 años, viviendo lo que vivió un país hermano, un escenario de sangre y muerte. Ahora estamos empezando esta situación terrible, porque en su momento no hicimos lo que se tenía que hacer. No es solo una mala imagen al exterior, sino que también nos hace vivir en zozobra al interior.
¿Qué otras áreas se pueden afectar con esto?
Esto afecta directamente a las inversiones, al comercio y al turismo. Nadie quiere estar en un lugar con riesgo de que te secuestren o te maten. Esto Ecuador no lo ha vivido, pero está empezando. Creo que estamos a tiempo para que el Gobierno ponga este tema como el foco principal.
¿Qué hacer?
Si bien hay que trabajar en otros frentes como el de la corrupción o que la economía despegue, este tiene que ser el tema principal. Tenemos que unirnos como país; no puede haber agendas políticas ni sectoriales. Hay que unirse antes de que el problema empiece a crecer y no lo podamos controlar. El Gobierno tiene que buscar mejor asesoría. Debe dejarse asesorar incluso por otros estados que saben de esto.