La confianza es mutua entre los diferentes vecinos del barrio La Alborada. Eso se logró con charlas, capacitaciones y la implementación de seguridades en las diferentes casas. Varios años atrás no teníamos muchos problemas. Las personas eran sanas y no había problemas.
Se veía a gente que bebía en el parque, pero la construcción de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) los alejó.
Otro hecho fue la construcción de un centro comercial. Ahí ya no solo eran las personas sospechosas sino la congestión vehicular. Los conflictos nos ayudaron para organizarnos y combatir todos esos problemas con los vecinos y las autoridades.
Ahí se logró formar un equipo de trabajo con los gendarmes de la Policía, vecinos y representantes de las empresas de seguridad de varias instituciones.
Se planificaron capacitaciones y se expusieron los problemas del barrio. Las acciones fueron sencillas: una llamada puede salvar la vida, saludar a las personas es manifestar la confianza con el resto de habitantes. La participación de policías en rondas por áreas peligrosas fue importante.