En el operativo denominado Rayo, que en la frontera sur montó la Policía, se incautaron 4 000 galones de combustible y 16 cilindros de gas licuado. Este cargamento -según los agentes- se encontraba en 26 bodegas clandestinas en Huaquillas, ciudad fronteriza con Perú.
Además, decomisaron bidones plásticos vacíos y accesorios, que supuestamente eran usados para envasar de forma ilegal el combustible y luego comercializarlo sin control al otro lado del país.
Renán Velasco, comandante (e) de Policía de El Oro, aseguró que esta actividad provoca “millonarias pérdidas al país”.
Los uniformados detuvieron a Luis R., de quien se dijo es propietario de uno de los locales y de los vehículos, tipo busetas de servicio escolar.
En las investigaciones se determinó que estos autos tenían doble fondo, en donde aparentemente transportaban el combustible a Perú.
Según el Ministerio del Interior, en estas operaciones actuaron agentes de unidades élite del GIR, GOE, GEMA (Grupo especial móvil antinarcóticos), Criminalística y funcionarios de la Fiscalía General del Estado.