Hoy, a las 10:00, se inauguran dos pabellones penitenciarios en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Santo Domingo de los Tsáchilas. Estas instalaciones en la actualidad dan cabida a 370 internos. Para fin de año serán unos 1 000 que ocuparán la nueva edificación.
Una vista panorámica de las nuevas instalaciones da la impresión que se trata de un complejo de departamentos, pero son los dos pabellones de mediana y alta seguridad. La construcción estuvo a cargo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Se invirtieron alrededor de USD 6 millones, en un plazo de dos años. La nueva edificación está en el norte de la ciudad, a unos 10 km del casco urbano, junto al sector de Bellavista. Es una zona con pocas viviendas y rodeada de pastizales, cultivos de yuca, caña y otros productos agrícolas. El barrio más cercano es la cooperativa Santa Martha.
El pabellón de máxima seguridad comprende un área compuesta por cuatro alas de tres pisos cada una. Tiene una capacidad para 292 personas en 136 celdas para dos personas cada una; ocho camarotes para adultos mayores y cuatro para personas con capacidades especiales.
En la planta baja hay 16 aulas, 12 habitaciones para visitas íntimas, cuatro salas de bibliotecas y computación. También hay patios, baterías sanitarias interiores y exteriores, lavanderías, y un área para comedores y visitas.
El pabellón de mediana seguridad tiene tres alas de tres pisos cada una. Tiene una capacidad para 219 internos. Dispone de 102 celdas para dos personas; seis para adultos mayores y tres para personas con capacidades especiales. Se suman otras instalaciones del pabellón anterior.
La nueva edificación tiene sistemas eléctricos y electrónicos como sistema de voz y de datos, y de detección de incendios.
Carlos Ureztra, técnico de seguridad, hizo una demostración del circuito cerrado de vigilancia. Mediante un sistema de cámaras se puede observar a una persona desde el momento que ingresa al centro, asentado en una superficie de 11,2 hectáreas, el 50% es construcción.
En un recorrido que organizó ayer el Ministerio de Justicia se observó que cada celda unipersonal tiene una cama-velador, construida en acero y hormigón, empotrada en el piso y la pared.
Las celdas para dos personas tienen una cama litera. Tienen ducha, baño, lavabo, colchón nuevo y productos de limpieza personal. Las puertas son de abarrotes de hierro. Los pasillos tienen alumbrado eléctrico y natural. No hay aire acondicionado.
Ninguna habitación tiene tomacorriente e interruptor para las luminarias. Estas se encienden desde una sala de control. Según funcionarios del Ministerio, se trata de eliminar privilegios que hay en otros CRS del país, con base en los recursos económicos de cada interno.
Para las actividades ocupacionales, el ministro de Justicia, José Serrano, firmó la semana pasada un convenio con el prefecto de Santo Domingo, Geovanny Benítez. Esto para que la Dirección de Desarrollo y Cooperación Internacional del Consejo Provincial asuma esas tareas. Su titular, Ivanoba Ortega, indicó que se invirtieron USD 50 000.
Se adecúa una piscina para la cría de 200 cachamas y 200 tilapias. Además, se sembraron más de 4 000 plantas entre lechuga, tomate, pimiento, col, sandía, banano, papaya, ají y otras.
La producción será consumida por los internos que participen en el proyecto. También se venderá en ferias solidarias del Gobierno Provincial.
Habrá talleres de carpintería y mecánica para construir y reparar pupitres con financiamiento de la Prefectura. Los internos recibirán un pago para su subsistencia y de sus familias.
Estos nuevos pabellones se inauguran con nueve meses de retraso. En mayo del 2009, el entonces ministro de Justicia, Néstor Arbito, recorrió la obra. Ahí dijo que la inversión era de USD 3,8 millones y el plazo del contrato de 12 meses que se cumplió a fines del año pasado.
Si bien hoy se inauguran estas instalaciones, aún no se trasladará a los internos de otros lugares. Antes se requerirá reforzar la vigilancia interna y externa.
El comandante de Policía de Santo Domingo, Pablo Santos, informó que en la actualidad laboran 21 uniformados en tres turnos. Para los 1 000 internos se requerirán 72 policías especializados y materiales de logística.
Aparte se necesitará duplicar de 70 a 140 el número de guías penitenciarios.