La placa de reconocimiento y los cuadros quedaron dentro del cartón. En la repleta caja no cabía nada más, pero aún quedaban carpetas por recoger. Hace un año y siete meses, Gustavo Durango llegó como conjuez de la Sala de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia (CNJ). Con la selección de magistrados, dirigida desde el Consejo de la Judicatura (CJ), este jurista también ganó el cupo de conjuez. Pero hasta que se definan sus despachos, tuvo que abandonar el edificio.
Ayer fue el último día que despacharon los 21 jueces, pues la noche de hoy (19:00) los ganadores del concurso serán posesionados en el Teatro Sucre (Quito).
En las oficinas, los empleados recogían las pertenencias de sus jefes en cartones. Gastón Ríos dice no sentir nostalgia al dejar su cargo de juez en la Sala de lo
Laboral. Allí está desde el 17 de diciembre del 2009 y advierte que nunca ha tenido “influencia alguna para emitir fallos”.
En el sexto piso de la CNJ, el juez Hernán Ulloa ordenaba sus documentos para dejar la oficina.
En los últimos días del año pasado, él levantó la orden de prisión que desde el 11 de octubre de 1995 pesaba en contra del ex vicepresidente Alberto Dahik, autoexiliado en Costa Rica.
En el parqueadero, Luis Quiroz estaba de salida. Cuando le preguntaron si ya se había llevado sus cosas, dijo que sí. Sonrío y se fue.
En la agonizante Corte Nacional, él ha sido uno de los juristas polémicos. Dos escenas lo marcaron: en la fase de selección de jueces fue incluido a última hora como finalista y el martes suspendió la audiencia de casación en el juicio que el presidente Rafael Correa sigue al diario El Universo.
En los ascensores, los empleados iban de piso en piso y bromeaban. “Mañana dicen que vienen los nuevos jefes”, decía una mujer.
En los pasillos comentaban que Quiroz no se iba y que se quedaría como conjuez del nuevo alto Tribunal. Esto, porque tras la excusa de dos ganadores de la actual selección se abrieron dos cupos.
La respuesta vino de inmediato. A la misma hora, en el CJ, su presidente, Paulo Rodríguez, decía que este tipo de versiones “solo son suspicacias”. Técnicos que trabajaron en la calificación contaron que subirán un hombre y una mujer que obtuvieron las mejores calificaciones y que hasta ayer estaban fuera de la naciente Corte.
Hasta la noche, oficialmente no se sabía quiénes serían calificados. Pero de las listas difundidas por la Judicatura se revela que el conjuez no será Quiroz. Esto, porque hay dos postulantes con mayor puntuación. Ellos son Édgar Flores y José Luis Terán.
Lo que sí se sabe es que Rosa Álvarez reemplazaría a María Sánchez, conjueza que oficialmente se excusó de asumir el cargo.
La mañana de ayer, Rodríguez mantuvo un encuentro con expertos internacionales, que entre el lunes y el martes instruyeron a los jueces y conjueces entrantes.
En la reunión, el presidente de la Judicatura comenzó por responder al asambleísta Andrés Páez, quien denunció posibles irregularidades en la calificación de méritos de los postulantes.
Hay tres casos en que los ganadores se habrían favorecido en las puntuaciones. Con base en el instructivo elaborado por el CJ, el legislador dice que a la jueza Mariana Yumbay debían calificarle con cero puntos en cuanto a su experiencia profesional, pero que le otorgaron al menos seis.
En el artículo 32 de esa normativa se determina que los candidatos recibirán dos puntos por cada año adicional completo, contado a partir del décimo año de ejercicio, hasta un máximo de 10 puntos. No obstante, Páez advierte que esta disposición oficial tampoco se cumplió con los conjueces María Augusta Sánchez y Édgar Guillermo Narváez.
El 28 de febrero del 2011, el ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, firmó el Acuerdo Ministerial 00018, mediante el cual nombró a este último como cónsul en Cali, Colombia. Por eso, el asambleísta sostiene que este jurista está identificado con Patiño, uno de los hombres fuertes de este Gobierno.
“Le dan dos puntos en méritos como migrante, pero él es funcionario. Estaba en el puesto 51 y Édgar Flores en el 14. En la audiencia final a Flores le ponen 1,2 puntos y a Narváez 9,9. Con eso él entró como conjuez”, dijo molesto Páez. Por casos como este, el legislador presenta hoy en la sala de sorteos de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha dos acciones judiciales tendientes a “demostrar las irregularidades cometidas por el Consejo de la Judicatura de Transición en la conformación de una parte de la Corte”.
Como respuesta al legislador, Rodríguez pidió que la Dirección de la Judicatura entregue un informe en el que se explique “cómo se realizó este procedimiento. Entiendo que es la fase de méritos, en donde habría alguna dificultad o algo que no se entiende por parte de alguna persona”.
No obstante, la petición se hizo a solo un día de la posesión de los flamantes funcionarios y pese a que los tres vocales del Consejo han liderado directamente la selección de los magistrados.
Los veedores tampoco se han pronunciado. Recién ayer llegó el juez Baltasar Garzón, quien lidera al grupo de observadores internacionales. Su trabajo ha sido cuestionado, porque, por ejemplo, el mismo día en que se anunciaban los nombres de los nuevos jueces, él era juzgado en Madrid.
Anoche, el juez español se reunió con Carlos Poveda, coordinador nacional de la veeduría.
Este último también defendió a Marco Tibán, hermano de la asambleísta de oposición Lourdes Tibán. Él afronta un juicio por supuestamente atentar contra la seguridad interna del Estado durante la insubordinación policial del 30 de septiembre del 2010.
Punto de vista
Julio César Trujillo/ Jurista
‘La nueva Corte tiene un desafío’
La nueva Corte Nacional de Justicia tiene una oportunidad de demostrar que ahora es diferente. A la vez tiene un desafío. La oportunidad se basa en mostrar competencia e imparcialidad en los casos que necesitan ser revisados y en la calidad de su toma de decisiones y juzgamientos. Un reto de ellos es el caso de El Universo, por ejemplo.
Este representa un desafío porque los nuevos jueces deben actuar apegados a Derecho y de acuerdo con ello justificarán su designación. Si se mantienen en la misma línea que otros jueces en el pasado quedarán desacreditados y la gente, que votó por un cambio en la consulta popular del 7 de mayo, dirá que no se ha ganado nada con gente joven pero igual de defectuosa.
Es un caso que puede enaltecer o deslegitimar a la Corte. Sus jueces pueden lucirse por su capacidad de reflexión y por hacer el seguimiento pleno de una línea de derecho apegada a la justicia.
Entrevista en Ecuadoradio
La Justicia de Ecuador en manos de cuatro Cortes en menos de una década
06/10/1997
El Congreso Nacional designó a 31 magistrados para la Corte Suprema de Justicia, con base en la Constitución de 1998, que consideró que los jueces debían ser vitalicios.
08/12/2004
El Congreso, por fuera de la Constitución, destituyó a la Corte y nombró a 31 jueces, en la llamada ‘Pichi’ Corte: alianza PSP, PRE, Prian, MPD.
30/11/2005
En concurso público, con la veeduría de la ONU, un Comité eligió a 31 jueces de la Corte (foto). En la Asamblea de Montecristi (2008) se redujo el Tribunal a
21 jueces y se decidió nombrar una nueva Corte.
26/01/2012
21 jueces y 21 conjueces nombrados en un concurso hecho por el Consejo de la Judicatura Transitorio (conformado vía referendo) reciben oficialmente su cargo de jueces de la Corte Nacional de Justicia.