El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) tiene en la mira a las notarías del Ecuador por la falta de controles frente a las actividades relacionadas con el lavado de dinero.
El último informe de ese organismo internacional, dedicado a desarrollar políticas para combatir el lavado y el terrorismo a escala mundial, señala que los sectores obligados a informar a la Unidad de Análisis Financiero (UAF) sobre sus actividades financieras no lo han hecho y menciona a las notarías. “Por ejemplo, fundaciones y organismos no gubernamentales, notarías, agencias y operadores de turismo. A la fecha, la UAF tiene una calendarización para llevar a cabo la acción de registro de Sujetos Obligados que abarca un período de tres años”, dice el documento de 331 páginas.
A eso se suma que el artículo 3 de la Ley de Lavado, en vigencia desde el 30 de diciembre de 2010, señala que los notarios son entes obligados a informar a la UAF sobre sus actividades. Para el GAFI, esa disposición no se ha cumplido y el sistema de prevención del lavado se debilita por la falta de información. “Los sujetos registrados a mayo de 2011 por la UAF suman 328, en tanto que solo entre notarios y agentes inmobiliarios que todavía no se han registrado ante la Unidad antilavado, suman 11 526”.
Frente a ese problema, Roger Arosemena, vicepresidente de la Federación de notarios del Ecuador, señala que uno de los inconvenientes es la falta de tecnología en las notarías. A eso se suma, añade el funcionario, que las claves entregadas por la UAF a los notarios tuvieron problemas y no pueden reportar sus informes. “Probablemente hay notarías que no están tecnificadas y no pueden enviar los informes, pero se puede buscar otras maneras (para enviar datos). Muchas notarías no tienen tecnología y no pueden remitir los informes por Internet”.
Ayer, Arosemena anunció una reunión urgente de la Federación para tratar el problema de la falta de equipos y los problemas relacionados con el lavado. En la cita se buscarán alternativas para solucionar la carencia de equipos.
Pese a que la Federación de Notarios del Ecuador señala que hay falta de tecnología, el ex director de la UAF, Gustavo Iturralde mencionó en una entrevista con este Diario que la colaboración de los notarios es escasa en la entrega de los reportes. “Para convencerlos de que reporten toda operación sospechosa que pase de los USD 10 000 tuvimos que hacer enormes esfuerzos de convencimiento”.
Si no lo hacen, la Unidad de Control Disciplinario del Consejo de la Judicatura inicia los sumarios administrativos en contra de los notarios. “Son sancionados con multas”, enfatizó Iturralde.
Otro de los problemas que detectó el GAFI es que en el país existe la posibilidad de celebrar contratos de adquisición de bienes ante notarios, sin que la notaría envíe directamente la escritura al registro inmobiliario. Según Arosemena, ese tema se visibiliza en las adquisiciones de los bienes inmuebles. Por ejemplo, “los capacitadores de la UAF nos decían que mucha gente compra propiedades pequeñas y de esa manera lavan dinero. Si vemos que eso es repetitivo en una notaría, tenemos que reportar, pero si lo hacen en una y luego en otra no se puede. Entonces, en los informes que presentamos tenemos que revisar los nombres y apellidos”.
Iván Escandón, director provincial de la Judicatura de Pichincha, señala que las notarías funcionan como un ente regulador frente a los problemas de lavado de dinero. Para frenar las actividades sobre este ilícito, hace una semana la Judicatura solicitó a los notarios que informen sobre las transacciones que han realizado determinados ciudadanos y ciudadanas que son observados por la Unidad antilavado. Escandón precisó que por lo menos 30 000 personas se encuentran bajo análisis de esa entidad.
Ante la falta de controles de las actividades de las notarías, el Gafi sugiere acelerar el proceso de incorporación de los sectores económicos obligados a que reporten sus actividades financieras.
En la actualidad, con base en las resoluciones del Consejo de la Judicatura, todo ingreso de dinero forma parte de la cuenta única del Tesoro Nacional y de esa cuenta se repartirá el dinero dependiendo de las necesidades a cada una de las notarías. El sueldo de un notario se da en función de los ingresos que tiene la entidad. Ellos no tienen salario.