Nina Gualinga es activista, defensora de la Amazonía. Ella vive de cerca los efectos de la violencia de género y, a la par, un proceso de reencuentro y sanación.
A las huellas de las agresiones de su expareja, se ha sumado la peregrinación por acciones y respuestas de la justicia. Ella da cuenta de la revictimización que ha enfrentado desde 2015, cuando puso la primera denuncia, en el sistema ecuatoriano.
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Agresiones físicas y psicológicas fueron parte de lo que vivió con el padre de su hijo. Tal fue la intensidad que, incluso, sufrió una fractura de espalda.
Ella compartió su historia, su lucha y su voz por los derechos en El Espejo, el sexto episodio de Esperanza, el pódcast de EL COMERCIO.
La nueva entrega está disponible desde este 17 de febrero de 2025, en todas las plataformas de pódcast, como Spotify.
Nina Gualinga y la violencia de género
Nina Gualinga creció en la comunidad kichwa de Sarayaku, en Pastaza. Su nombre significa fuego, en kichwa. Su madre es ecuatoriana y su padre, sueco.
Ella recuerda una infancia entre la naturaleza que ha defendido durante años, donde todo era mágico, lejos de la violencia. En su hogar, sus abuelos fueron una parte fundamental, los gritos y los golpes no tenían cabida.
Ella viajó en varias ocasiones a Suecia e, incluso, terminó el colegio y cursaba estudios universitarios en Derechos Humanos. La joven tiene presente que desde pequeña era conocedora de sus derechos.
Sin embargo, desde los 13 años, la sombra de lo que sería una historia de violencia empezó a rondar.
El hombre que fue su pareja la abordó desde esa temprana edad. Él era mayor con seis años. Finalmente, cuando ella cumplió 19, entablaron una relación.
La manipulación y el aislamiento fueron las primeras alertas de lo que sería el inicio de una relación violenta. Golpes fueron el siguiente paso, así como la invalidación de cualquier cuestionamiento u opinión.
La justicia y una búsqueda cuesta arriba
Tras cinco años de violencia y de tener a su hijo, en 2015, ella decidió denunciarlo. En el sistema judicial se encontró con una nueva batalla: “Nadie le va a creer eso”.
Pasaron 10 años, múltiples gestiones, revictimización, intimidación por parte del agresor y, apenas en este 2025, se concretó el llamado a juicio, tras al menos 11 audiencias fallidas.
Nina Gualinga continúa su lucha. Ahora, no vive en Ecuador, aún no se siente segura. De a poco, está sanando, continuando con su proyecto de vida.
Ella comparte su voz en esta nueva entrega de Esperanza. Te invitamos a conocer su historia y su proceso.
Además, de la mano de experto, El Espejo incluye elementos clave en mujeres que han vivido esta realidad y, a la par, recuerda que la responsabilidad de los agresores no se contempla y, en su lugar, se juzga a las víctimas.
Una realidad que no para
El 2024, en Ecuador cerró con 274 feminicidios, de acuerdo con el reporte de Aldea. Este número incluye 269 feminicidios cometidos durante el año y cinco casos de mujeres reportadas como desaparecidas en 2023, cuyos cuerpos fueron encontrados sin vida en 2024.
Entre las víctimas, 23 habían denunciado antecedentes de violencia y 4 contaban con una boleta de auxilio, lo que pone en evidencia fallas graves en los sistemas de prevención y protección.
Fiscalía da cuenta de las muertes de mujeres en contextos delictivos. Solo entre el 1 de enero y 2 de febrero de 2024, hubo 73 víctimas.
Desde Aldea, en cambio, reportó que apenas iniciado el 2025, hubo 40 feminicidios.
Esperanza y su camino por las voces de todas
¡Si silenciamos las historias, perpetuamos la violencia! Con este lema, Esperanza empezó como un camino sostenido, con ecos de esa realidad palpable y en aumento.
La primera temporada incluye ocho entregas. Esta se lanzó el 25 de noviembre de 2024, con un conversatorio de la mano de mujeres que trabajan en esta línea. Este 17 de febrero te presentamos el sexto episodio.
Se trata de un pódcast quincenal que recaba historias de mujeres que experimentaron distintos tipos de violencia, cuyas vidas cambiaron tras romper el silencio, encontrar redes de apoyo, la restitución de sus derechos y generar nuevos proyectos de vida.