Marjori Zambrano. Representante estudiantil PUCE.
En Santo Domingo y en otras partes del país no hay suficientes lugares para que los jóvenes nos divirtamos sanamente.
Pienso que se podría reducir la inseguridad y la violencia si se crearan proyectos en los que podamos desarrollar nuestras habilidades y nos mantengamos ocupados en actividades beneficiosas como el deporte, la cultura, el voluntariado o los estudios.
En muchas provincias, las únicas opciones que tenemos para recrearnos son los centros de diversión nocturna y es ahí donde nos exponemos a la delincuencia.
Las autoridades cantonales y provinciales deberían crear programas integradores para los jóvenes. Por ejemplo, cursos de música, pintura o danza y, luego, con lo aprendido, organizar eventos como festivales. Esto hará que nuestra autoestima suba y que nos sintamos parte de la sociedad.
También es importante que la comunidad se adapte a los hábitos de las nuevas generaciones, porque no se puede pretender que nos comportemos como lo hacían antes. Si la sociedad fuera más tolerante y respetuosa no habría tantos jóvenes víctimas de la inseguridad en el país.