Naves de Estados Unidos llegarán una vez al mes a Galápagos

La ceremonia de entrega se realizó en un hangar que existe actualmente. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Tras el anuncio del Ministerio de Defensa de que dos aviones de Estados Unidos llegarán a Galápagos para realizar controles aeromarítimos, la pista y las instalaciones del aeropuerto de la isla San Cristóbal serán sometidos a una readecuación en su infraestructura.
La Dirección de Aviación Civil (DGAC) entregó ayer, jueves 26 de septiembre del 2019, al Ministerio de Defensa 10 000 m² de terreno para remodelar, por ejemplo, el actual hangar, en donde se realizará el mantenimiento de las aeronaves de Ecuador y extranjeras.
Además, se realizará la ampliación de una vía que conecte el hangar con la pista principal y se adecuarán los tanques de combustible para que los aviones estadounidenses Orion P3 y Awac puedan reabastecerse de combustible en el archipiélago y ejecutar aterrizajes de emergencia. Las naves llegarán una vez al mes a las islas.
La idea también es reasfaltar la pista, que mide 1 830 m de largo, incrementar las luces guía de la terminal aérea y mejorar la tecnología de la torre de control.
Todavía no se fijan fechas para el inicio de las operaciones en el aeropuerto, pero se conoce que las adecuaciones se iniciarán el próximo año.
El costo de los trabajos será cubierto con inversión pública y privada.

El alcalde de San Cristóbal, Henry Cobos, ya advirtió anteriormente que la pista “necesita mantenimiento”, para que puedan aterrizar los aviones estadounidenses y los nacionales puedan continuar con los operativos de control antinarcóticos.
El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, indicó que se prevé que “los trabajos de mejoramiento se realicen en un tiempo mínimo” y aseguró que la pista operará las 24 horas para realizar intervenciones militares en contra del narcotráfico y la pesca ilegal en Galápagos. “Son las dos amenazas que afectan actualmente al país”.
La idea es conformar un “triángulo de seguridad” entre Galápagos y los puertos de Esmeraldas, Manta, Posorja y Puerto Bolívar, para realizar operaciones aéreas y marítimas e intervenir en los corredores que utiliza el narcotráfico, al norte y al sur de Galápagos. Pero las mafias también operan en los alrededores de Galápagos, pues bordean las islas, para trasladarse a Centroamérica y a Norteamérica.
Información oficial muestra que las mafias usan lanchas rápidas o embarcaciones pesqueras para estas operaciones y al bordear todo el archipiélago evitan el control de los guardacostas.
Los investigadores determinaron la existencia de dos principales corredores del narcotráfico. A través del primero, la droga va desde Tumaco y Esmeraldas hacia Centroamérica y luego a Estados Unidos. El segundo corredor parte desde el sur del país hacia EE.UU.
El Orion P3 ya opera desde el año pasado. En septiembre del 2018, por ejemplo, detectó una lancha que transportaba una tonelada de cocaína camuflada en 40 sacos de yute, escondidos en un compartimento.
Entre septiembre del 2018 y junio de este año, esa aeronave ha realizado 25 operaciones aéreas y ha completado 10 000 horas de vuelo.
Puede volar durante 12 horas y puede detectar embarcaciones sospechosas a 3 700 km de distancia. En cambio, el Awac tiene un radar con un alcance de 9 250 km.
“Los aviones de EE.UU. no son los enemigos, el narcotráfico sí”, sostuvo Jarrín ante la Comisión de Soberanía de la Asamblea, que está en Galápagos. Allí analiza que las operaciones no afecten a la biodiversidad de la Isla.