Acción policial antidrogas en aulas de colegio

Los agentes policiales revisaron los bolsillos de los estudiantes durante el operativo que se desplegó ayer al inicio de la campaña  ‘Revolución Preventiva’. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

Los agentes policiales revisaron los bolsillos de los estudiantes durante el operativo que se desplegó ayer al inicio de la campaña ‘Revolución Preventiva’. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

Los agentes policiales revisaron los bolsillos de los estudiantes durante el operativo que se desplegó ayer al inicio de la campaña ‘Revolución Preventiva’. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

El operativo policial fue sorpresivo. Eran poco más de las 07:00 de ayer y un grupo de agentes de la Policía y de la Dinapen ingresó al patio central de un colegio fiscal ubicado en el norte de Guayaquil.

Los gendarmes se distribuyeron por todo el plantel: los patios, corredores, aulas, baños… Los canes adiestrados en el rastreo de narcóticos olfateaban cada centímetro del edificio...
Los alumnos observaban. Unos con curiosidad, otros con recelo. Un día antes, el lunes, la Gobernación del Guayas, presidida por Rolando Panchana, invitó al lanzamiento en ese colegio de la campaña denominada ‘Revolución Preventiva’.

La idea de esta es combatir el consumo de drogas y que el proyecto se extienda progresivamente a otros 25 cantones. Se anunció que en el proyecto también se busca erradicar las llamadas caídas o reuniones informales de adolescentes, donde según la Policía Nacional se consumen narcóticos.

La primera fase del programa es desplegar operativos al interior de los colegios. Durante estas acciones, personal de la Policía y Fiscalía ingresará a las aulas para revisar mochilas, cartucheras, bancas, útiles escolares y hasta los refrigerios que llevan los estudiantes.

Asimismo se verificarán los baños, auditorios y demás instalaciones de los centros educativos con la finalidad de evitar el uso de estupefacientes.

Ayer, un grupo de siete estudiantes se encogía de hombros en el patio mientras dos agentes de la Dinapen y un uniformado con chaleco reflectivo revisaban cada rincón de su aula para inspeccionar. Los estudiantes esperaban formados.

Uno de los agentes, con chaleco azul y el logo de la Dinapen, abría las mochilas, las volteaba, hurgaba en bolsillos. Luego seguía con los cuadernos, los libros, y sacudía las chompas de algunos alumnos.

Desde las propias autoridades de control, hubo reparos por esa clase de acciones. Ricardo Loor, director del Área de Control de Demanda del Consejo Nacional de Control de Sustancias Psicotrópicas y Estupefacientes (Consep), considera que tales medidas no resuelven el problema.

“Son muy pocos los colegios que tienen, por ejemplo, programas de orientación familiar”. Para el funcionario, las requisas a los estudiantes también vulneran derechos y no son recomendadas.
“Hay un informe de Naciones Unidas que dice que no es conveniente utilizar policías para trabajos de prevención”, añade el funcionario.

Otra gente opina lo contrario. Por ejemplo, un grupo de padres de familia que observaba desde lejos la incursión uniformada, mostraba carteles que apoyaban a las revisiones policiales y a la campaña que intervendrá en 2 800 colegios de la provincia Guayas.

Uno de ellos estaba contento con el operativo, según lo explicó el Ministerio del Interior en un comunicado. “Vine al plantel a firmar un acta de compromiso, porque mi hijo fue vinculado con un grupo que consumía droga, estoy agradecido por haber sido alertado”.

El proyecto prevé que en los planteles educativos intervengan 12 equipos. Estos serán conformados por policías de Antinarcóticos, Inteligencia y otros especializados en el manejo de niños y jóvenes. El Ministerio del Interior precisó que ellos “serán los encargados de ejecutar el trabajo, cuyos resultados serán evaluados semanalmente para enfocar los esfuerzos en los centros educativos donde se requiera mayor presencia”.

El plantel en donde la Policía incursionó está bajo la administración de una interventora desde hace un año. En julio del 2013, el Ministerio de Educación lo intervino como respuesta a denuncias de indisciplina, riñas y presunto consumo y comercialización de droga en el interior del plantel.

Tras anunciar la campaña, Panchana pidió el apoyo de los padres. “El llamado es a los padres, a los alumnos, que entiendan la importancia de la iniciativa, y que se unan, que sirvan de apoyo y no de estorbo”.

Durante la requisa, el comandante de la Zona 8 de la Policía, coronel Edmundo Moncayo explicó que se hallaron “catálogos del producto que nosotros estamos combatiendo”, refiriéndose a los estupefacientes.

La campaña también contemplará una segunda fase que se realizará en los próximos meses. Los adolescentes y sus padres recibirán charlas educativas relacionadas al no consumo de narcóticos y motivación personal, así como asistir a familias cuyos integrantes tienen problemas de adicción.

Al final del operativo, los agentes se retiraron con los canes en vehículos policiales. Los alumnos, en cambio, caminaron a las aulas para recibir clases. No se descarta que allí se desplieguen más incursiones.

Puntos de vista

‘Los menores, víctimas de mafias’
Edwin Merlo. Catedrático y experto en seguridad

Lamentablemente los menores de edad son víctimas de personas que se dedican al microtráfico de drogas. (...) Hay mafias que obligan a los jóvenes a cometer actividades ilícitas. Los agentes Antinarcóticos deben haber realizado inteligencia (en los colegios y escuelas) para tomar este tipo de decisiones.
Estas iniciativas benefician a la comunidad y contrarrestan el mal que causa el fenómeno del expendio de drogas en los establecimientos educativos.
Además hay que tomar en cuenta que la Policía es una institución profesional y sabe manejar operativos con adolescentes (por la situación de derechos). Es lógico que sean incursiones sorpresivas.

‘Es un ambiente de persecución’
Billy Navarrete. Docente y secretario del Comité Permanente de DD.HH.

Estamos ante un problema severo que es el microtráfico y toda una red poderosa que promueve y facilita el acceso a drogas duras dentro de los colegios. Sin embargo, con esta iniciativa repetimos los mismos errores del pasado. Es una medida policiaca a un problema que ya conocemos que tiene raíces sociales y culturales. Con esta decisión más bien se construye un ambiente de persecución. Es absurdo que una campaña se llame ‘Revolución Preventiva’. No tiene nada de revolucionario porque son recetas del pasado para problemas sociales, y peor de preventivo porque lo que se hace es perseguir a los chicos. Los policías tienen su rango de acción en combatir a las organizaciones delictivas.

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