Las víctimas del deslizamiento en Oyacoto, noroccidente de Quito, viajaban en este vehículo. Ellas salieron del auto al ver el derrumbe, pero fueron arrastradas por los escombros y el lodo que descendieron de la ladera. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Las dos personas fallecidas en el deslizamiento ocurrido en Oyacoto (noroccidente de Quito) la noche de ayer, domingo 23 de octubre del 2016, son una mujer de 33 años y su hija que el mes entrante cumpliría 4.
Las dos víctimas viajaban por la Panamericana Norte, a la altura de Oyacoto, en un vehículo Vitara que se dirigía a Quito y fue arrastrado por la corriente de agua, lodo y escombros que bajó por la ladera, producto de las fuertes lluvias registradas en el norte de la ciudad la tarde y noche de ayer.
Daniel Cadena, primo de la víctima, contó que en el vehículo también viajaba el esposo y otra de sus hijas. Los cuatro habían bajado del auto al ver el deslizamiento para tratar de ponerse a buen recaudo, pero la corriente arrastró a la madre y a una de las pequeñas. Los otros dos miembros lograron subir a un bus y sobrevivieron.
Los cuerpos de las dos víctimas fueron levantados por la ambulancia de Medicina Legal a las 23: 45. A esa hora, los cerca de 50 vehículos que quedaron atrapados por el deslizamiento ya habían sido liberados. En el lugar solo permanecía el auto en el que viajó la familia afectada. La calle estaba cubierta por piedras, troncos y lodo. Tractores y volquetas trabajaban en la limpieza.
Según informó Juan Zapata, secretario de Seguridad y Gobernabilidad del Municipio, el deslizamiento tuvo lugar aproximadamente a las 21:00, un kilómetro antes de llegar al peaje. La tierra y los escombros afectaron cerca de dos kilómetros. “Se debe tomar medidas de seguridad y cuando llueva de esa forma se deberá cerrar la vía“, dijo el funcionario.
Zapata sostuvo que 50 servidores municipales de la Secretaría de Seguridad entre Cuerpo de Bomberos, Agencia Metropolitana de Tránsito, Policía Metropolitana y COE Metropolitano apoyan en la emergencia de Oyacoto. El secretario hizo hincapié en la cantidad de lluvia que cayó sobre la capital. Aseguró que las aguas alcanzaron los 30 milímetros por metro cuadrado, lo que significa el triple de lluvia de lo que se ha registrado en anteriores inviernos en la ciudad.
Deslizamiento de Oyacoto dejó víctimas
Uno de los taludes de la carretera Panamericana Norte, en el noroccidente de Quito, se derrumbó tras las fuertes lluvias que cayeron la noche del domingo 23 de octubre, en Quito. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
50 vehículos quedaron atrapados en la avenida Panamericana Norte, por la caída del lodo, piedras y basura que arrastró la fuerte lluvia. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Tras quedar atrapada, una familia decidió salir de un auto para huir del derrumbe. Sin embargo, la madre y una hija fueron arrastradas por el fango, mientras el padre y otra pequeña lograron sobrevivir al subir a un bus. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Las dos víctimas del derrumbe en Oyacoto fueron rescatadas las 23:00 del domingo, horas después de que se inició el deslizamiento que bloqueó un carril de la vía. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Los vehículos quedaron atrapados hasta la madrugada, mientras personal de limpieza y socorro atendía la emergencia. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Las autoridades han bloqueado uno de los carriles de la carretera Panamericana Norte, hasta asegurar la zona para el tránsito de los vehículos. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Christian Rivera, titular del COE Metropolitano, indicó que en la zona de Carapungo ocho casas resultaron afectadas, al igual que una en San Miguel del Común, Oyacoto.
Según la Agencia Metropolitana de Tránsito, en las terminales terrestres, las operadoras de transporte interprovincial con destinos hacia el norte del país, fueron alertadas y se desviaron por la Ruta Collas. Salen a Tababela, toman la Colector Alpachaca y la E35. Pasan por Yaruquí, Checa, El Quinche, y llegan a la Y de Cusubamba. Allí pueden retomar a la Panamericana Norte a la altura de Guayllabamba o seguir hacia Cayambe.
Luis Ramos, director de tránsito de la Policía, contó que cerca de 30 uniformados de la entidad trabajaron tanto en la liberación de los vehículos como en los desvíos en la Y no de Cusubamba y a la altura de la vía a Collas.
Según Ramos, se trabajó durante toda la noche en la limpieza de la vía para poder habilitar lo antes posible los tres carriles sentido Quito -Guayllabamba. Mientras tanto, la vía permanecerá cerrada.