Eran las 09:00 cuando se oyó un estruendo en las calles Coronel y Azuay, en el sur de Guayaquil. La pluma de la grúa anaranjada, que funcionaba en la construcción de una nueva torre de la Clínica Alcívar, cayó a la vereda sepultando al obrero José Miguel Cazare, de 21 años.
Mientras el joven daba indicaciones a sus compañeros, la estructura metálica lo aplastó. Entre los escombros se veía parte de su brazo izquierdo y el casco amarillo que llevaba en la cabeza. Media hora después llegó su padre, quien entre sollozos decía: “Me llamaron para avisarme. Yo siempre le dije a mi hijo que no quería que trabajara aquí”.
Los bomberos trasladaron a siete obreros heridos a la Clínica Alcívar, ubicada en la cuadra siguiente. José Góngora, William Chalén, Honesto Chávez, Raúl Campos y Miguel Cañola fueron tratados por lesiones menores. Esa misma mañana dejaron el hospital. Solo dos de los heridos fueron internados.
Álex Castillo ingresó a cuidados intensivos por un trauma rectal. El más grave de los heridos fue Alberto Jiménez, quien laboraba en la obra como conductor de la grúa que se cayó, lo intervinieron por un trauma en el tórax. Él ingresó al hospital sin su pierna izquierda, que se quedó entre los hierros retorcidos de la titánica grúa.
Eduardo Alcívar Andretta, director de la Clínica, explicó que los gastos por las intervenciones y la hospitalización deben ser cancelados por la Constructora Valero, responsable de la obra.
Durante la intervención de la Policía en el lugar, los obreros reclamaban por falta de seguridad en la construcción, no estar afiliados al IESS y recibir USD 85 semanales. Además, entregaron a un arquitecto de apellido Torres como supuesto responsable de la obra, el hombre fue retirado del lugar en un carro policial porque los jornaleros querían lincharlo.
Hasta el cierre de esta edición directivos de la Constructora no quisieron hablar sobre el tema. Según informes de la recepcionista de sus oficinas, Marcelo Paredes Molina, gerente general, y Hernán Molina, gerente de proyectos, no estaban disponibles.
Además del letrero de la Constructora, en el cerramiento de la obra estaba la información de Bagant Ecuatoriana, esta empresa alquila equipos y maquinaria de construcción. “Nosotros no somos responsables del accidente. Entre nuestros artículos de alquiler no están ese tipo de grúas”, afirmó la gerente Cecibel Quinde. Bagant solo les alquiló 60 andamios.
A las 12:50 dos grúas lograron sacar el cuerpo de Cazare de los escombros. Un grupo de Medicina Legal lo trasladó a la morgue.