El extranjero fue baleado la noche del 25 de abril en las inmediaciones de un condominio, en el noroccidente de Quito. Recibió seis tiros (cuatro en el tórax y dos en la cintura). En la escena del crimen se hallaron nueve casquillos.
Un testigo se percató que a las 22:30 de ese día un vehículo se estacionó fuera del edificio. Media hora después, un hombre salió del auto, caminó unos 10 metros y alguien disparó contra él.
Nadie identificó al sospechoso, aunque de las primeras investigaciones se cree que es por venganza. Precisamente es la primera causa de homicidios en Quito.
El último informe del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana (OMSC) señala que “hasta el 2009, la venganza era la tercera causa de los homicidios y para el 2010 fue la segunda, con un incremento en más del doble (128%)”. Hoy es la primera causa de muerte en la capital.
De 115 homicidios reportados en Quito entre enero y junio, 30 ocurrieron por esta vía. Le siguen 25 casos por riñas y 25 por robo en el segundo y tercer lugares.
Estos índices del OMSC refieren que la venganza desplazó al segundo lugar a las grescas, que hasta el año pasado ocupaban el primer lugar entre las causas para que se produzcan los homicidios.
Esta es la primera vez que en los últimos dos años la venganza se ubica en el primer lugar, pues en el 2009 ocupó el tercero con 32 casos, luego de riñas (65) y asaltos (53). En el 2010 llegó al segundo con 75, entre grescas y atracos.
Para Andrés Gómez, investigador en temas de seguridad, “en cualquier parte del mundo la venganza siempre está ligada a los crímenes que se cometen bajo la modalidad de sicariato, en el cual las víctimas reciben disparos desde motocicletas o vehículos”.
Según el experto, quien es docente de la Facultad Latinoamericana de CC.SS., los cambios se deben a que existe una mayor presencia del narcotráfico en el país. Un agente de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO), en cambio, precisa que “los crímenes (producidos por presunto sicariato), responden a venganzas entre agrupaciones delictivas por disputas de territorios (para vender drogas)”.
En el 2011, 47 homicidios fueron cometidos con arma blanca (cuchillos o botellas), 37 con arma de fuego y 17 con arma contundente (palos, piedras), etc.
Una fuente de Medicina Legal indica que existen muertes violentas con mayor frecuencia.
Agrega que antes los cadáveres llegaban a la morgue solo con una o dos puñaladas. “Ahora hay más brutalidad. Conforme aumenta la cantidad de personas en la población, hay más crímenes”.
La segunda causa de homicidios en la capital se produce por riñas. La extranjera Gloria A., de 34 años, fue asesinada el 16 de mayo del 2010 en un centro de diversión nocturna, en el norte de concluyó que se trató de una muerte por asfixia y estrangulación. No se encontró indicio que indique que se haya defendido.
En las investigaciones se determinó que dos jóvenes que libaban con la víctima discutieron y luego fue asesinada. En la escena del crimen, los agentes de la Policía encontraron una botella de licor, cigarrillos, etc. Un año después del asesinato, los dos sospechosos fueron condenados a 20 años de reclusión mayor.
Para Daniel Pontón, director del OMSC, el consumo de bebidas alcohólicas actúa como una especie de detonante de las muertes violentas causadas por grescas. “Las riñas por el consumo de licor son el mayor problema en la ciudad y crece la posibilidad de muerte. De cada seis riñas, dos podrían ocasionar muertes, pero no le culpemos todo al alcohol, ya que es un elemento facilitador, pues detrás del trago está una persona. Eso está arraigado al factor cultural”, manifestó.
Según una funcionaria de la Fiscalía, “en la actualidad se registran más muertes por riñas entre pandillas u organizaciones delictivas. A eso se suma el excesivo consumo de alcohol”. Las fechas en las que se más se presentan muertes violentas ocasionadas por riñas son, por ejemplo, en las fiestas de Quito o fin de año.
En Quito, los crímenes por riñas aumentaron de 65 casos en el 2009 a 100 en el 2010.
Otra muerte de esas características ocurrió el 11 de abril pasado, en el sector Obrero Independiente (en el sur de Quito). A la 01:30 de ese día, el cadáver de un hombre fue hallado con huellas de haber sido agredido con una botella en la cabeza.
Según testigos, solamente se escucharon gritos en la calle y botellas que se rompían junto a una casa, donde el cadáver de la víctima fue hallado por la Policía. De las investigaciones realizadas por los agentes se cree que antes de la riña los hombre estaban libando.
Las muertes por riñas están tipificadas en el artículo 461 del Código Penal. En esa norma se dice que “cuando en riña o agresión en que tomaren parte más de dos personas, resultare una muerte, sin que constare quién o quiénes la causaron, se tendrá por autores a todos los que ejercieron violencia sobre la persona del ofendido y se aplicará la pena de uno a cinco años de prisión…”.
Casos en el país
22 de enero del 2011. En Cotacachi (Imbabura), un joven de 23 años falleció tras recibir seis puñaladas en el tórax. El hecho ocurrió en una supuesta riña entre pandillas.
12 de junio del 2011. Humberto C., de 40 años, murió apuñalado en la parroquia Cube (Quinindé-Esmeraldas). El hecho se dio en una fiesta en la que la víctima tuvo una discusión con otro hombre y fue agredido.
5 de marzo del 2011. Un adolescente, de 16 años, recibió un tiro en el recinto Los Ángeles (Los Ríos). Según un testigo, antes de ingresar ocurrió una discusión afuera del local entre el fallecido y desconocidos.