[[OBJECT]]El cartel con la leyenda “No al sicariato” colgaba del puente peatonal de la vía Interoceánica, en Miravalle, al este de Quito. Debajo del papelógrafo, en la calzada, familiares y amigos del ejecutivo Francisco Espinosa encendían velas y las colocaban en el piso.
Decenas de personas se concentraron ayer en la estación de servicio de Miravalle, para decir basta al sicariato y exigir paz. Lo hicieron en honor a Espinosa, padre de dos pequeñas de 7 y de 4 años, asesinado la noche del viernes último cuando conducía su vehículo de Quito a Cumbayá.
“Expresamos nuestra tristeza por la pérdida de nuestro querido amigo”, estaba escrito en otro cartel. “Quienes le conocemos podemos dar fe de su honorabilidad, don de gentes y su brillante proceder como persona en todos sus momentos; padre, hijo, hermano y amigo…”.
Desde las 18:30, personas vestidas de blanco llegaron con pancartas, flores, globos, oraciones y velas. “¡Sicariato no, paz para Ecuador!”, coreaban, mientras pedían a los conductores que circulaban por el sector que activaran las bocinas de sus vehículos.
Los familiares de Espinosa decían sentirse indignados por las muertes violentas en el país. María del Pilar Espinosa, hermana, dijo que por todas las víctimas de la inseguridad actual habían decidido organizar la concentración. “Mataron a un hombre de 47 años; era cariñoso y bueno con su familia; un ingeniero comercial muy talentoso”.
Al caer la noche, los manifestantes se tomaron de las manos y encendieron más de un centenar de velas, algunas de estas fueron colocadas en el sitio donde hace siete días fue hallado el automotor de Espinosa. Otras fueron colocadas en el lugar donde ocurrió el crimen. Allí, los asistentes rezaron la Oración por la paz.
“No puede ser. ¿Por qué existe tanta violencia en este país?”, se preguntaba un hombre mientras encendía una vela y se persignaba. “Señor, hazme un instrumento de paz; donde haya odio, ponga yo amor; donde haya discordia, yo pongo armonía…”, se escuchaba en la multitud.
“Este crimen es resultado de la descomposición que vive el país”, refería otro amigo de Espinosa. “Francisco era una persona muy seria; cumplía con las leyes y tenía buen trato con la gente. Lo conocí hace 30 años, estudiamos en el Colegio Intisana y luego en la Universidad Católica”.
La concentración terminó cerca de las 20:00. “Señor Presidente y alcaldes. El país entero se une para exigir seguridad para el pueblo”, rezaba en otro rótulo.
“Con Francisco salíamos a trotar. Él tenía planificado competir con su esposa en una carrera de triatlón que se iba a realizar en Galápagos”, decía un amigo, quien por el deporte conoció a Espinosa hace 15 años. “Corrimos en la Quito-Últimas Noticias; lamentablemente, esos momentos ya no se repetirán”.
250 policías más a la capital
Los últimos hechos de violencia en la capital convocaron ayer al Consejo de Seguridad del Distrito Metropolitano de Quito.
Tras una reunión de cuatro horas, allí fueron identificados cuatro problemas de inseguridad en la ciudad: aumento de delitos contra personas (robos y hurtos), incremento de la violencia en los robos a casas, venta de droga en barrios y sicariato. Así lo aseguró el alcalde Augusto Barrera.
Al Consejo acudieron, además del Alcalde, los ministros del Interior, José Serrano, y de Seguridad, Homero Arellano. También estuvieron Juan Carlos Rueda, comandante de Policía del Distrito de Quito, y Wilson Alulema, jefe de Estado Mayor policial.
En la reunión se establecieron 10 medidas a tomar; entre ellas, el aumento de policías en la capital (250 uniformados), la operación de un software para el análisis e información del delito, el control de armas, etc.