Esta mañana los militares volvieron en los alrededores del complejo penitenciario que opera en el centro de Quito. Allí funcionan el penal García Moreno, las cárceles 2, 3 y el Centro de Detención Provisional.
Unos 50 militares, vestidos con uniforme camuflaje, están equipados con toletes, escudos antimotines y gases lacrimógenos.
Uno de los militares dijo que la disposición es resguardar los exteriores y que las tareas comenzaron ayer.
Las autoridades de las cárceles no han dado pronunciamiento alguno.