Es necesario revisar y reformar el sistema judicial, pero no en lo que se refiere a endurecer, alargar o aumentar las penas. Lo importante aquí es que el sistema de justicia realmente funcione. Es decir, que haya mecanismos más ágiles.
Por ejemplo, hay que revisar si es suficiente el número de jueces, porque una de las cosas complejas que genera más inseguridad es la impunidad.
A nadie se le ocurre denunciar que le han robado o asaltado porque existe desconfianza. A veces incluso cuesta mucho más costear el proceso que recuperar lo que le han robado.
También es importante que exista una mesa de diálogo en la que se reúnan las entidades responsables del tema de seguridad y justicia. Así podrían ejecutar medidas para combatir a la delincuencia.
Creemos que cada quien tira para su lado y eso es lo peor que está ocurriendo en el país. En eso tenemos que cambiar.