La calle García Moreno, en Ibarra, se ha vuelto muy peligrosa. Se han dado varios robos de vehículos últimamente.
Hace seis meses se abrieron el capó del auto de mi padre y se llevaron los aditamentos de la entrada de aire. También se entraron al vehículo de un vecino.
Sin embargo, a mí me intentaron robar un compresor de aire y una soldadora. Fue en cuestión de minutos, a plena luz del día. Yo salí a almorzar, mientras tanto un ex empleado ingresó a mi oficina, posiblemente saltando la pared. Él conocía el lugar y mi horario.
Por lo general me demoro entre una hora y una hora y media en almorzar. Pero el día del intento de robo regresé casi de inmediato.
Unos vecinos me llamaron por teléfono para alertarme sobre el problema. Ellos se percataron cuando el delincuente estaba sacando los equipos.
Alertaron a un patrullero que cruzaba por el lugar en ese momento. Los policías le pidieron que les mostrara los papeles y ese ciudadano no pudo justificar por qué estaba llevándose mis herramientas y fue detenido.
Tuve suerte. Si se llevaba esos dos equipos hubiera perdido alrededor de USD 1 000. Y mucho más si se robaban la concretera y un automóvil que se encontraba estacionado en el parqueadero.
También hubo el riesgo de que se entren a robar en la casa de mi papá. Él vive ahí mismo.
Recuperé el compresor y la soldadora luego de 15 días de trámites. Eso me significó medio mes de pérdidas, ya que yo vivo del alquiler de esos y otros equipos. Luego no regresé más a la Policía. Creo que el ladrón sigue detenido, no se bien qué pasó con él.
Lo que me sorprende es que los delincuentes no tienen miedo de actuar. Pues mi local está ubicado apenas a tres cuadras de la Fiscalía de Imbabura.
Pese a que es zona de oficinas de abogados y negocios, no hay duda que la calle García Moreno se volvió insegura como el resto de la ciudad. También están el Ministerio Público y los juzgados y creo que por ello es muy transitada en la mañana y tarde. No obstante, en la noche es desolada. Los vecinos consideran que los desconocidos aprovechan la aglomeración que se concentra en las mañanas, para cometer fechorías.
Las autoridades dicen que la Policía patrulla la zona permanentemente, pero yo no veo eso. Es lamentable, pero las personas que hacen daño a la gente al robarles o asaltarles es detenida, pero luego salen a la calle nuevamente.
En mi oficina tengo un sistema de alarma hace mucho tiempo.
Luego del robo me siento inseguro y pienso en extender el sistema hasta el parqueadero, en donde guardo parte de los equipos. Sé que eso me significará más gastos, pero ¿qué más se puede hacer?