La venta de droga en Cuenca es un problema que preocupa a la Policía.
Desde hace unos cinco años, en el barrio de La Merced, los centros de diversión nocturna se incrementaron. “A la par creció la venta de droga, delincuencia, alcoholismo”, señaló Wilson Muñoz, presidente de la Comisión de Seguridad del Municipio de Cuenca. Allí, hay pocas viviendas habitadas y por temor a represalias los moradores no se organizan para enfrentar estos problemas.
Según el fiscal Patricio Saquicela, el nivel de reclutamiento de jóvenes para el expendio de drogas aumentó en los últimos años. Añadió que casi todas las personas involucradas en este negocio ilícito son consumidores y microvendedores. “Venden para tener dinero para su propio consumo”. Según el Fiscal Distrital, Hernán Flores, por este tema se está levantando una investigación de campo en Cuenca.
El Fiscal señaló que esta investigación incluye a varios planteles educativos. Según la Dinapen, en las afueras de estos se expenden las drogas y son los espacios para reclutar a nuevos comercializadores.
Saquicela dice que las mafias prefieren reclutar como vendedores a los menores de edad porque las leyes son más “suaves” y los protegen. No permiten la prisión sino el aislamiento en albergues. Además, la persona que es sorprendida con poca cantidad es catalogada como consumidora y eso no es penado, porque es un problema de adicción y salud.
De esta forma -dice Saquicela-, los expendedores se ingenian formas de camuflar la droga y los lugares frecuentes para hacerlo son los que están cerca a los puntos de venta.