Una llamada a las 01:00 despertó a Luisa. Un poco dormida, la mujer de 56 años bajó de prisa por las escaleras para contestar el teléfono. La voz de una mujer, de unos 50 años, con acento latino, le dijo que era la abogada de su hijo Patricio y que la llamaba desde EE.UU. porque él estaba detenido allí. Él era pescador y con otros dos compañeros desaparecieron hace dos años después de salir a las faenas.
Durante cuatro meses fueron declarados desaparecidos. Pero luego se supo que el grupo había sido capturado porque aparentemente llevaba drogas en una lancha que estaba en aguas internacionales.
Este es solo un caso. En cinco barrios de la ribera del Esmeraldas, las mujeres de pescadores detenidos por tráfico de narcóticos intentan acercamientos con las autoridades, para que se logre una extradición y paguen sus condenas en cárceles del país.
Hace cuatro meses llegó a la Gobernación de Esmeraldas un documento firmado por 35 esposas de pescadores, quienes pidieron que se gestione para traerlos al país. Los pedidos están en análisis.
Fabiola tiene a su esposo detenido en EE.UU. Rocío, en cambio, cuenta que sus dos hijos están en cárceles de Guatemala. Ambos han sido sentenciados a 12 años y cada dos meses les envía USD 400.
El Comando de Operaciones Norte de las FF.AA., cuyos soldados patrullan la zona costanera, calcula que en los últimos tres años, al menos 300 pescadores artesanales de Manabí, Esmeraldas, Guayas, Santa Elena y El Oro han sido detenidos y están en cárceles de Estados Unidos, Guatemala y Colombia. El 70% son de las dos primeras provincias.
Inteligencia naval tiene las coordenadas y los puntos desde donde salen las lanchas cargadas con el alcaloide.
Uno de los pescadores, al que las mafias le ofrecieron llevar dos toneladas de drogas vía marítima, dijo que le propusieron pagar USD 80 000 por transportar cocaína hasta Centroamérica.
Dos ‘enganchadores’ llegaron a su casa y le dijeron que había que hacer un ‘trabajo’ y que debía llevar un cargamento en su lancha.
Tenían el dinero, las coordenadas para el abastecimiento de combustible y el nombre de la persona a la que entregaría el producto en el mar. Le indicaron que le darían USD 8 000 antes de salir y el resto después de 15 días, al terminar la operación.
Ese pescador habló con este Diario y aseguró que no aceptó por el riesgo que implicaba.
El Comité de Seguridad en Mar, presidido por la gobernadora de Esmeradas, Paola Cabezas, entregó información al Ministerio Coordinador de Seguridad para dar con las bandas. No se descarta que los allanamientos realizados en estos días a cinco inmuebles en Esmeraldas y Rocafuerte tengan relación con estas organizaciones de narcos que operan en los puertos del país.
El fiscal provincial, Diego Pérez, dice que se realizan las investigaciones en las que están involucradas dos personas de Esmeraldas, y con ello se abrirá una instrucción fiscal.
En los barrios de esa ciudad es común escuchar a las personas que se refieren a las llamadas “vueltas”, que significan llevar drogas vía marítima.
En uno de esos sectores, los vecinos también hablan de Patricio, el hijo de Luisa. Lo poco que ella recuerda es que cuando salió, el chico se despidió de su esposa y sus tres hijos.
Ahora está condenado a 12 años. Esa angustia se repitió un año después, cuando el segundo de sus hijos también fue detenido en aguas internacionales mientras transportaba droga en una embarcación. Hoy está condenado a 11 años.
Otra madre tiene a dos hijos en las cárceles de EE.UU. El primero fue capturado hace siete meses y el segundo en diciembre pasado. Cinco de sus amigos ya pagan penas en ese país. Mientras ella habla, otra madre cuenta que sus dos hijos también fueron capturados en diciembre. Y desde Navidad están detenidos allá.
Los parientes apenas pueden enviar dinero. Luisa manda cada mes USD 100. Además cuida a los siete nietos que dejaron sus hijos en Esmeraldas.
En contexto
En las cinco provincias, a las que pertenecen los detenidos, trabajan 54 282 pescadores artesanales, según la Secretaría de Recursos Pesqueros. La Fiscalía reconoce que el tráfico de droga es un delito que afecta al espacio acuático en Esmeraldas.