En el documento están registrados dos números telefónicos, dirección de correo electrónico, página web y el Registro Único de Contribuyentes (RUC) de la empresa.
Allí se dice que la firma, asentada en Quito, se dedica a actividades de “turismo, emigración, visas y consulting”. Pero en el 2009 la empresa captó a un ciudadano ruso y por USD 15 375 le ofreció la nacionalidad ecuatoriana.
Para ello, el supuesto beneficiario debía casarse con una ecuatoriana. Este caso se conoció poco después de la detención de Myasnikov M., de quien los agentes dicen tiene nexos con la mafia rusa.
Ayer, un agente encubierto confirmó que en Ecuador a las mafias rusas se las vincula con delitos como trata de personas. “Generalmente tiene nexos con estas situaciones. Incluso para ellos enganchar otros delitos y posiblemente recuperar el dinero que ha pagado para movilizarse”, contó a este Diario el investigador.
Un reporte de la Policía revela que en el 2009 en Quito se concentró el 7% de casos nacionales por trata de personas, pero en el 2010 esa cifra se elevó al 13,9%.
En ese período, en Esmeraldas los casos pasaron de 3% al 6,9%.
Pero desde el 2006, Rusia reclama a nueve de sus fugitivos que estarían escondidos en Ecuador.
Este Diario accedió a un informe oficial de extradiciones y allí se revela que el grupo es buscado por estafa, abuso de confianza, tráfico ilegal de drogas, crímenes, robo y asalto a mano armada.
Según el informe, de las nueve solicitudes planteadas por Rusia dos han sido negadas. Esto quiere decir que los rusos que estaban prófugos en su país ahora en Ecuador tampoco tienen cargos.
Kruglov O., quien era pedido por Rusia por estafa ahora no tiene orden de captura. La Corte Nacional de Justicia revocó las medidas cautelares, dispuso el archivo del expediente y ordenó la cesación de esas medidas. Esto, por haber prescrito la acción penal.
Por circunstancias similares también fue negada la solicitud que por estafa pesaba en contra del ruso Leonidovich E.
Con estas resoluciones judiciales, los dos extranjeros no fueron llevados a su país de origen.
A más de las dos solicitudes negadas por Ecuador, una ha sido aceptada, cinco están en trámite y un ruso ya fue extraditado.
Por pedido de la Justicia rusa, Dennis B. fue llevado a su país el 30 de abril del 2010 y se lo vinculo por nexos con Myasnikov M.
En el caso de Vladimir K., acusado en Rusia por narcotráfico se remitió a la Corte ecuatoriana la solicitud formal de extradición.
En la Fiscalía el caso de las mafias rusas se trata con cautela. Un fiscal que investiga estos casos aseguró que en Guayaquil había pistas de que operan mafias internacionales rusas y chinas.
Antonio Gagliardo, fiscal del Guayas, asegura no saber al respecto, pero tampoco lo descarta.
El funcionario reconoce casos de fugitivos de otras nacionalidades que “han estado escondidos (en Ecuador) pese a existir orden internacional de arresto”. Sobre Myasnikov M. hay acusaciones por crimen, almacenamiento ilegal de armas y explosivos. Él sigue en el pabellón de máxima seguridad del penal García Moreno de Quito. En la Fiscalía de Pichincha se lo investiga además por presunto uso doloso de documento público. De comprobarse el delito podría ser condenado hasta con 9 años de reclusión, según el Código Penal.
El día de su detención, los policías lo hallaron con una cédula falsa y otra donde se registraban su nombre y nacionalidad reales.
El Registro Civil anuló el documento que estaba con el nombre de Luis Z. de nacionalidad ecuatoriana. Esta se obtuvo con una partida de nacimiento que obtuvo en Quevedo-Los Ríos.
De allí que el fiscal de Pichincha, Marco Freire, dice que las mafias rusas “operan como toda la delincuencia organizada”.
Según el funcionario, estos grupos delictivos “logran entrar a instituciones y (contactarse) con determinados funcionarios para que les den toda la información. Ellos montan un Registro Civil paralelo con toda la tecnología de punta. Así falsifican los documentos como si fueran originales”.
La empresa que en el 2009 captó a un ciudadano ruso le ofreció conseguir al menos siete documentos ecuatorianos. Entre ellos, la declaratoria de naturalización, cédula de ciudadanía, pasaporte, papeleta militar, certificado de votación, de matrimonio en incluso de divorcio. Este último trámite incluso dice que se puede obtener “en un par de días”.
En el contrato preparado para realizar estos trámites se dice que en caso de “cuestiones negativas con la autoridad durante el proceso, el cliente deberá pagar los abogados para hacer frente a los problemas que se presenten”.
En una de las Unidades de la Fiscalía está abierta una investiga por falsificación de certificado de matrimonio, que otro extranjero habría presentado en la Cancillería para la naturalización.
El fiscal que lleva este caso dice que los extranjeros usan redes que operan en oficinas paralelas al Registro Civil y, por ejemplo, falsifican documentos públicos.
En las investigaciones se conoció que la mujer aceptó casarse con el desconocido a cambio de USD 200. “Es increíble la cantidad de documentos falsificados. Son contactos de afuera hacia adentro (oficinas del Registro Civil) y viceversa”, sostiene el fiscal.