Las evidencias del operativo están bajo la custodia de la Policía Nacional en Santo Domingo de los Tsáchilas. Foto: EL COMERCIO
La red de lavado de dinero que fue desarticulada en Santo Domingo de los Tsáchilas utilizó una estructura que se dedicaba a la venta de vehículos usados y al préstamo de dinero. De esa forma, la Policía señala que se pudo detectar un incremento injustificado de su patrimonio y sus capitales durante siete años.
Según la Unidad de Lavado de Activos de la Policía, la organización conformada por un grupo familiar tenía dos patios de autos a través de los cuales se movía parte del dinero.
Alrededor de USD 24,5 millones no se pudieron justificar con los reportes que constan en los sistemas de información financiera y tributaria del país. Bajo técnicas de análisis financiero, societario y patrimonial se pudo determinar que este dinero se movió en diferentes cuentas bancarias entre 2010 y 2016, informó el director Nacional de la Policía Antinarcóticos, Carlos Alulema.
Por este caso que ya se encuentra en instrucción fiscal se detuvo a una persona y se vinculó a otras tres de la sociedad familiar que se encuentran prófugos, según se conoció este jueves 17 de mayo del 2018.
Ante la pregunta si existiría inyección de capitales del narcotráfico, Alulema respondió que la investigación continúa y eso podría llevar a otras aristas. “Pero por el momento no tenemos otro indicio más que la usura”.
Las diligencias de verificaciones de este caso comenzaron hace dos años, tras varias denuncias de personas que señalaron a la red de causarles un daño.
Según los agentes, muchas de las indagaciones que se tenían en marcha no avanzaron porque los denunciantes llegaban a un acuerdo con la parte señalada. Los investigadores dicen que otras víctimas prestaban dinero o empeñaban un bien y cuando no podían pagar parte del capital y los intereses les quitaban la propiedad y la deuda se mantenía.
Así, por ejemplo, la red de lavado de dinero pudo adquirir casas, fincas y otros bienes valorados en USD 13 millones. Al momento, estas propiedades están bajo custodia de la Policía y tienen prohibición de enajenación por disposición del juez que dio paso a la instrucción fiscal de 30 días.
Entre los bienes constan 147 vehículos de alta gama, motocicletas, cuadrones, yates y motos acuáticas.
El operativo para desarticular a una parte de esta red inició el martes 15 mayo del 2018 con siete allanamientos en distintos sectores de alta plusvalía en la provincia Tsáchila. Entre otras evidencias hay dos cajas fuertes que contenían USD 1000 en efectivo, teléfonos celulares y computadoras. Las investigaciones continúan para determinar si la red podría tener conexiones con otros establecimientos que fungen a nombre de la sociedad familiar en otras provincias del país.