El edificio del Juzgado del cantón General Villamil-Playas (Guayas), adjunto a la Policía Judicial, en el centro de la ciudad, se mantiene con resguardo policial. Está protegido debido a los daños que causó el sábado un grupo de personas, en protesta por el crimen de una comerciante.
Dora Morocho Gualli, de 41 años, dueña de un abasto, recibió dos disparos en la cabeza tras oponerse al asalto a su negocio, el pasado viernes. Los disparos alertaron a los vecinos y familiares de la comerciante, que llamaron a la Policía.
Los presuntos victimarios, Miguel Antonio G, de 24 años, y a Francisco E, de 35, permanecían retenidos en las oficinas de la Policía Judicial, cuando un grupo de habitantes llegó hasta el lugar para reclamar por el crimen. Por ello, los sospechosos fueron inmediatamente llevados a Guayaquil.
“Pero los involucrados fueron trasladados nuevamente a Playas para realizar la audiencia de formulación de cargos, el sábado”, mencionó el fiscal del caso, Xavier Espinoza.
Aquello fue aprovechado por los moradores para volver a reclamar. “Querían sacarlos a la fuerza para lincharlos, por eso nos vimos obligados a dispersar a la gente”, mencionó el policía Carlos Manzano, a cargo de la vigilancia del Juzgado.
Los sospechosos fueron devueltos a Guayaquil, con orden de prisión preventiva.
Este es el segundo caso de asesinato que se registra en el cantón, en lo que va del año.