Agentes, personal de Criminalística, Fiscalía y Dinased buscan en un terreno los restos del cuerpo de Juliana Campoverde, la joven que está desaparecida desde el 7 de julio del 2012. Foto: Roberto Peñafiel/ EL COMERCIO
La fiscal Mayra Soria espera que mañana termine la búsqueda de Juliana Campoverde. Pero esto dependerá de los avances y hallazgos que se obtengan durante las excavaciones en el borde de una quebrada en el barrio Bellavista, en el norte de Quito.
Ayer 14 de noviembre del 2018, en ese sitio, se formaron nueve montículos de tierra. Una retroexcavadora y un tractor aplanaban un área en donde se presume que fueron enterrados los restos de la joven desaparecida en el 2012.
Agentes de la Dinased usaban palas y rastrillos para buscar huesos, ropa y zapatos. La madre de Juliana, Elizabeth Rodríguez, aseguró que por la tarde la retroexcavadora llegó hasta una parte maciza y que no se encontró ningún vestigio.
Según ella, ahora la búsqueda será manual, ya que la maquinaria no puede bajar la ladera. Grupos de élite de la Policía descenderán por la quebrada para encontrar más restos mortales.
Actualmente este caso se encuentra en fase de investigación pública. El pastor evangélico, principal sospechoso de la desaparición de la joven, se encuentra detenido en la cárcel de Latacunga. El delito actual por el que es investigado, es secuestro extorsivo.
No se descarta que durante el proceso se cambie el ilícito a asesinato. Soria indicó que dependerá de los hallazgos que se den durante la investigación. En este caso, según la fiscal, no se podría juzgar por femicidio, “a pesar de que hay indicios en este delito”. La desaparición se produjo en 2012 cuando en el Código Penal no estaba tipificado ese delito.