Los familiares de Ángel U. y de Nei G., los dos de 21 años, desconocen en qué circunstancias los jóvenes fueron asesinados en el cantón Chordeleg, a 40 minutos de Cuenca, en Azuay.
Leticia, hermana de Ángel, relata que los dos jóvenes desaparecieron el miércoles: “Pensamos que estaban donde algún amigo pero transcurrían días y no teníamos noticias”.
La joven dice que su hermano trabajaba en la rama del calzado, al igual que su amigo. “No tenían enemigos. Solo celebraban las fiestas del cantón en honor al santo San Martí”.
Según el jefe del Cuerpo de Bomberos de Chordeleg, José Delgado, los jóvenes fueron reportados como desaparecidos el viernes. No hubo pistas de su paradero hasta que el sábado -dice Delgado- recibieron una llamada que alertó sobre el hallazgo de un cadáver, entre los matorrales, a orillas del río Zhío. Acudieron el personal del Cuerpo de Bomberos de Chordeleg y miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de Cuenca.
El Jefe del Cuerpo de Bomberos refiere que el rescate fue difícil, porque junto al cadáver estaba otro cuerpo, en una zona de difícil acceso, a la altura de la parroquia San Martín.
Los dos cadáveres eran Ángel y Nei. Las autoridades estiman que los cuerpos fueron asesinados antes de ser abandonados a un lado del fluvial. Una de las víctimas tenía un impacto de bala en la cabeza.
El rescate de los cuerpos tomó más de seis horas, según los bomberos de Chordeleg.
Los pobladores de este cantón azuayo manejan la hipótesis de que las muertes tienen como causa la operación de pandillas en el sector.