Álvaro P., supuesto responsable del asesinato de Abraham Ch., estaría dispuesto a entregarse a la Policía. El anuncio lo hizo a través de un video de 6 minutos de duración. En la grabación, Álvaro P. asegura que pertenece a la Brigada Antifascista y que el viernes pasado fue agredido por un grupo de neonazis. “Yo cruzaba la av. América cuando observé a 10 personas siguiéndome. Me alcanzaron y empezaron a golpearme”. Según Álvaro P., uno de los neonazis tenía un cuchillo en la mano y durante el forcejeo Abraham Ch. recibió una puñalada. “Lo hice en defensa propia”, refirió el joven. “Estoy coordinando mi entrega con la gente de Inredh (Fundación Regional de Asesoría en DD.HH.)”. Luis Saavedra, director de Inredh aseguró que la brigada a la que pertenece Álvaro P. se creó en Quito hace 4 años. “Las actividades de la agrupación se centran en la realización de actividades de concienciación en rechazo a los grupos racistas, neonazis o fascistas”. En Inredh se dijo que Álvaro P. comentó que tenían una confrontación con otra agrupación: los Skin Head neonazis, grupo al que presuntamente pertenecía Abraham Ch. “Ellos hablan de una limpieza social de eliminar a homosexuales, prostitutas, niños de la calle”, señaló Saavedra.El lunes pasado, en el sitio donde se produjo el enfrentamiento, se reunió un grupo de amigos de Abraham Ch. Uno de ellos, que se identificó como ‘Tony’ advirtió que si los perseguían habrían más muertes.Saavedra cree que los entes de justicia deberían tomar en serio la amenaza. “Hay denuncias que se hicieron hace 4 años por ataques a jóvenes antifascistas y las investigaciones no prosperaron en muchos casos”. Según Inredh, hay 25 denuncias presentadas en la Fiscalía, desde el 2001, por agresiones de neonazis en Quito. Si Álvaro P. es acusado por asesinato podría enfrentar una pena de entre 12 y 16 años de reclusión, de acuerdo al artículo 450 del Código Penal. Para Lauro Ojeda, experto en temas de seguridad, estas confrontaciones por situaciones ideológicas no son justificables. “Son corrientes fundamentalistas radicales en sus posiciones de los nazis de Alemania”. Para Ojeda, los padres deberían tener un mayor control de los hijos para evitar que se involucren con este tipo de organizaciones violentas.