El silencio continúa en la familia del general retirado de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), Jorge Gabela Bueno, luego que fuera herido con una bala en el cuello por desconocidos. El hecho se dio en su casa, en la urbanización privada Tornero del Río, en la vía a Samborondón, la madrugada del domingo.
Desde aquel día, Gabela se encuentra asilado en el Hospital Luis Vernaza, en el centro de Guayaquil. Jorge Hurel Prieto, subdirector técnico de dicha casa de salud, manifestó ayer que el paciente sigue en terapia intensiva. Y se mantiene con un tubo en el lado izquierdo del tórax, que fue colocado mediante una cirugía el mismo domingo.
El impacto de una bala causó sangrado interno y lesionó dos vértebras. Además, está conectado a un respirador artificial.
Tanto el jefe de la Unidad de Terapia Intensiva y el neurocirujano del Hospital Luis Vernaza que atiende a Gabela, se reunieron ayer para evaluar su estado y determinar las estrategias médicas a seguir, para buscar el restablecimiento del herido.
Mientras tanto el fiscal de Samborondón, René Astudillo, esperaba que los familiares se acercaran a dar su versión de los hechos, aunque hasta el mediodía de ayer, nadie lo hacía.
En la Fiscalía se mantiene la expectativa del relato de Sofía Gabela. Ella es la hija del General, a quien presuntamente dos hombres perseguían en un Chevrolet Vitara aquella madrugada. A Sofía, su padre le abrió la puerta de la vivienda e intentó protegerla en el momento que fue herido.
Hasta ayer, a la Fiscalía tampoco habían llegado los videos de las dos cámaras de seguridad que están afuera de la vivienda de Gabela, ni tampoco de la garita de acceso a la urbanización privada. Estos podrían haber filmado parte de la agresión, a los implicados y el vehículo en que entraron y salieron los victimarios.
Manuel G., el conserje que permitió ingresar a Sofía y a quienes dispararon a su padre, aseguró que confundió las señas que ella realizó. Asumió que ella pidió que los dejara pasar.
Sofía dijo que al llegar a su casa apareció un hombre que la apuntó con un arma y la lanzó contra el piso. Gritó por ayuda y su padre intentó defenderla.
Luego de herirlo, los desconocidos huyeron del lugar sin llevarse nada.
El conserje acotó que segundos después de los disparos salió otro habitante de la urbanización, por lo que abrió la puerta. Esto fue aprovechado y el Chevrolet Vitara salió del lugar.
Anaís Gabela, una de las hijas del herido, en su denuncia que presentó en la Fiscalía del Guayas a las 06:00 del domingo, dijo que las filmadoras poseen códigos de seguridad que desconocen. Miguel Chiriboga, jefe del comando provincial de Policía del Guayas, indicó que “al parecer el único que las conocía (las claves) era el señor Gabela”.
Mientras tanto, las investigaciones se mantienen paralizadas. Por ello, la única actividad que se realizará por parte de la Fiscalía es la reconstrucción de los hechos. Será en la urbanización Tornero del Río hoy a las 18:00. “Si ellos (la familia) no quieren colaborar, tenemos que hacerlo mediante la Fuerza Pública. Pero hay que agotar la primera instancia: pedir los videos aunque tengo entendido que ellos sí van a colaborar”. Si esto no da resultados tendría que acudir ante un juez, lo que podría concluir en un allanamiento.