En la Policía Judicial (PJ), al oeste de Guayaquil, hubo ajetreo durante la mañana de ayer. Decenas de personas llegaron para tramitar la liberación de hijos y hermanos detenidos por libar en espacios públicos y alterar el orden.
Diez detenidos estaban abordo de un camión oficial, en el patio de la PJ. Según la Policía, fueron apresados la noche del sábado y madrugada del domingo por protagonizar escándalos en la vía pública y por ingerir licor en diferentes calles de la ciudad.
El servicio de emergencias 101 de la Policía en Guayaquil registró cerca de 1 250 alertas. En promedio, cada uno de los 22 operadores telefónicos recibió 50 llamadas. La mayoría fueron por violencia doméstica, peleas callejeras y riñas familiares.
Los fines de semana, según la Policía, siempre hay altos registros de pedidos de auxilio, pero las celebraciones por el Día de la Madre incentivaron el consumo de licor y hubo incidentes.
En la morgue de la Policía durante la mañana los médicos hacían las autopsias para determinar las causas de muerte de cuatro hombres.
Dos de ellos fallecieron por disparos de arma de fuego y puñaladas. La causa de muerte de los otros aún se desconocía. Raúl Ayauca Iza recibió una puñalada supuestamente de José T. Según la Policía fue un crimen pasional.
Otros fallecidos fueron Dalton Limones Laje, por un disparo, y Geovanny Parra Reyes. El cuarto muerto no estaba identificado.
En la Penitenciaría del Litoral, a las 05:30 se encontró el cuerpo sin vida de Omar Guerrero. Él estaba detenido por robo y supuestamente se quitó la vida. Aunque hay otros dos presos que denuncian que el presunto responsable sería una autoridad del Centro de Rehabilitación.
El fiscal de turno Manuel Alvear se trasladó hasta la cárcel, en la vía Daule, para recoger información sobre esta muerte. En la PJ, ayer declararon dos compañeros del fallecido.
Entre las denuncias que se presentaron en la PJ, consta robos de motos y hasta secuestro exprés. Por otro lado, Johanna M. denunció que su hija de 15 años, supuestamente fue secuestrada afuera de su domicilio la noche del sábado. Ayer, los presuntos secuestradores la llamaron para decirle que “no iban a regresarla”.