La Intendencia de Pichincha clausuró ayer una fabrica clandestina de camaretas ubicada en Turubamba, en el sur de Quito.
En las primeras horas de la mañana del viernes, 5 de diciembre, el Cuerpo de Bomberos reportó una explosión en la vivienda. Esa dependencia confirmó que se trató de una detonación que provocó una onda expansiva y humo, pero no fuego.
Los propietarios se exponen a una sanción de 15 a 30 días de prisión, según el vigente Código Orgánico Integral Penal. En el artículo 396 de esa normativa se señala que ese castigo se aplicará a “las personas que sin la debida autorización del organismo competente elabore o comercialice material pirotécnico”.
La Intendencia confiscó 40 kilos de petardos, camaretas, diablillos y otros juegos pirotécnicos.